Tres adolescentes israelíes, Naftali Fraenkel, Gilad Shaar y Eyal Yifrach, fueron secuestrados y asesinados a sangre fría, cuando volvían a casa desde la escuela, sólo porque eran judíos israelíes. Sus asesinos árabes palestinos, como son identificados por Israel, no conocían a sus víctimas y no les importaba. El objetivo era atacar a algunos odiados israelíes, y tal vez cambiarlos, a ellos o a sus cuerpos, por asesinos encarcelados. Cualquier judío al azar servía. Así lo ha sido durante alrededor de 100 ...