En octubre del 2012, un tiroteo a quemarropa contra una niña de catorce años en Pakistán conmocionó a la opinión pública mundial. Con frialdad notable, un sicario talibán se dirigió a un colectivo que transportaba a un grupo de niñas en edad escolar en aquel país musulmán, preguntó quién era Malala Yousafsay, elevó su arma y le disparó sin más “por ir en contra de los soldados de Alá”. Una bala dio en su cabeza, la otra en su cuello. ...