Aquel 17 de marzo de 1992, el Cónsul de Israel en Argentina Daniel Carmon estaba en su oficina en la embajada reunido con dos personas, en una jornada normal de trabajo. Su esposa Eliora se hallaba en ese momento en su propia oficina en otra parte de aquel singular edificio ubicado en Arroyo y Suipacha. La rutina era que finalizada la jornada de trabajo, se reunirían con sus 5 hijos en su casa. Pero el terrorismo cambió todo. A las ...