Israel es, por tanto, el único país del planeta que se beneficia del privilegio dudoso de ser escudriñado en la menor de sus acciones, a través de una agenda decidida por sus enemigos. Tampoco es necesario volver a 1976 para recordar la infame Resolución 3379 de la ONU, "El sionismo es una forma de racismo", bajo el Secretario General de un ex nazi, Kurt Waldheim, una semana después que el brutal Idi Amin de Uganda recibiera una recepción triunfal ...