Hay que evitar el gatillo fácil con la acusación de antisemitismo. Es una acusación seria, grave, de una carga histórica y moral inmensa. Quede claro que la esencia del antisemitismo es inamovible: se trata de discriminar a los judíos por el hecho de serlo. Y exactamente eso es lo que ha pasado en el Festival Rototom, con el beneplácito del Ayuntamiento de Benicasim y de la Diputación de Castellón. Ha sido un proceso inquisitorial posmoderno. Al fin y al cabo, como siempre ...