En esta época de redes sociales, el negocio de los servicios gratuitos estriba en el manejo de la información sobre nuestros gustos y preferencias, pero también debilidades. Estas enormes cantidades de datos no servirían de mucho ni no pudiéramos bucear en ellas para encontrar, por poner un ejemplo, a quién venderle una corbata con llamativos colores o de discretas rayas, o cómo llegar a los individuos susceptibles de ser convencidos en sus ideas. A pesar de esta perspectiva apocalíptica, la ...