Mario Satz En la antigua mitología persa la figura de Ahriman representa el mal, pero no el mal en sí sino la tendencia humana hacia el mal. Mientras que en el mundo judeocristiano Lucifer es un ángel desobediente y caído pero ángel al fin, en la cosmogonía que nos llega a través del Zend Avesta persa Ahriman el Oscuro desea la destrucción de otros, el fin de todo lo que le rodea. Ormuz, la tendencia hacia el bien, puede oponérsele durante ...