Las organizaciones sionistas y el gobierno israelí dedican recursos incalculables al esfuerzo por contener el daño causado por los informes de noticias y los artículos de opinión que retratan a Israel de manera inexacta e injusta. La respuesta convencional es que los diplomáticos israelíes y los activistas de hasbara bombardeen a los periodistas con correos electrónicos enojados y comentarios de los lectores. Sería mucho más productivo alentar a los periodistas a aprender ambos lados de la historia, incluso compensándolos financieramente por hacerlo. El enfoque tradicional de ...