Después de años de cargar baterías de casi 12 kgs de peso a las espaldas para mantener en funcionamiento el equipo de calentamiento de sangre para soldados heridos, dos paramédicos de las Fuerzas de Defensa de Israel juraron, cada uno por su lado, inventar una solución mejor. Tuvieron la ocasión de conocerse hace ocho años y empezaron a colaborar en el desarrollo de una revolucionaria tecnología para lograr la mayor eficacia posible en el calentamiento de sangre y fluidos intravenosos, según ...