A principios de octubre tomé la foto que acompaña este artículo en una parada de buses en Israel, en la curiosidad de si acaso también en el extranjero existen paradas con bibliotecas abiertas y sin controles, tal que permiten a los viajeros ojear libros o leerlos mientras esperan el autobús. Una nación tan cultural como la hebrea debería ser motivo de encomio e interés por parte de la agencia de la ONU supuestamente dedicada a la promoción de la cultura, como ...