Durante decenas de años, el mundo árabe y también parte del mundo musulmán no árabe se manejó en un marco muy claro en el que todos sus males eran fácilmente atribuidos a Israel. Los liderazgos inculcaron el odio a sus pueblos, en lugar de darles cultura y progreso, y lo peor es que la víctima directa de ello fueron esos mismos pueblos, engañados siempre con mentiras e inventos tendenciosos, además por cierto de ser víctima de ello también el propio ...