La experiencia ha demostrado que la Corte Penal Internacional (CPI), en sus esfuerzos por apaciguar a los palestinos y vilipendiar a Israel, ha estado dispuesta a ignorar los hechos y la ley e incluso tomar decisiones carentes de jurisdicción. El fiscal y el tribunal han estado dispuestos a adoptar posiciones fácticas y jurídicas desprovistas de todo fundamento, reconociendo un Estado que no existe e inventando su territorio geográfico, en contradicción explícita con múltiples documentos jurídicamente vinculantes. Solicitar a la ...