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| domingo diciembre 22, 2024

Violaciones y conversión forzada de niñas cristianas en Egipto


La puesta en el aire, a mediados de noviembre de 2009, de un programa del canal de televisión cristiana «Vida TV» que transmite desde fuera de Egipto y tiene una audiencia de casi 60 millones de televidentes, donde se mostró públicamente por primera vez el fenómeno del secuestro, violación e islamización forzada de niñas cristianas en Egipto, amparados por el Estado y sus fuerzas de seguridad, pone en evidencia que aún los gobiernos islámicos considerados como moderados por Occidente, como es el caso de la República Árabe de Egipto, intentan imponer su fe sobre las otras confesiones a través de la persuasión o la fuerza.

En la emisión televisiva, que reprodujo la periodista Mary Abdelmassih para la Agencia de Noticias Asirias Internacional (AINA), se pudieron ver y oír, desgarrantes testimonios de algunas víctimas y sus familiares. Rasheed El Maghreby, el moderador del programa que causó conmoción y sorpresa, puesto que el tema que se abordó era tabú para los medios de comunicación egipcios, dijo que su rol era el de exponer a los responsables de esos crímenes. «Vida TV» entrevistó a Magdi Khalil, una autoridad en asuntos coptos que ha hecho un estudio exhaustivo de la islamización forzosa de menores cristianas en Egipto. Khalil explicó que este aberrante hecho en su forma actual, data de casi 40 años y agregó que la mayoría de estos crímenes de conversión, con algunas excepciones aisladas, se llevan a cabo por bandas que son totalmente financiadas por el Estado y con el apoyo de las fuerzas de seguridad del mismo.

Esas bandas altamente organizadas llevan a cabo una «planificación sistemática», dice Khalil, quien las etiqueta como «Islamización Mafia». Además de secuestros violentos, otros medios utilizados, son: seducción, engaño, presión psicológica, tentación financiera, falaz involucramiento en relaciones afectivas y emocionales que culminan en la violación y las fotografías posteriores tomadas para chantajear a las víctimas e inducirlas a la conversión, y sembrando el terror en los corazones de sus familias.

Convierten a la menor en una persona quebrada, humilde y sumisa que va a la deriva por un camino que habría sido impensable que ella transitara en circunstancias normales por propia voluntad, viviendo con su familia o gozando de la elemental protección jurídica.

Los ardides que utilizan las bandas musulmanas, incluyen el vestirse como sacerdotes coptos, subir en un ascensor con niñas cristianas y luego secuestrarlas. «La Iglesia copta ha advertido a su congregación en contra de permitir que cualquier persona desconocida con hábitos de sacerdote, ingrese en sus hogares o comparta un elevador.»

El programa de TV exhibió tres casos de víctimas, cuyos relatos aportan luz sobre la completa indefensión de las familias afectadas por la mafia de la «islamización», en vista de la falta total de apoyo, en rigor connivencia, de las autoridades. Uno de ellos, es paradigmático por demás. Ingy Adel, ahora de 16 años, fue secuestrada a la edad de 12 años. Iba camino a la escuela, cuando fue violentamente introducida en un automóvil y anestesiada. «Me llevaron a una habitación donde un hombre llamado Sultan, me ató las manos detrás de mi espalda y me violó». El aberrante hecho fue consumado a continuación por cuatro hombres más. «Sentí con la violación de cada uno de ellos, que yo era su enemigo. Ellos me han golpeado ferozmente.» Durante todo un mes me dieron medicamentos, «más de 50 hombres me violaron.» Después de dos meses, y sólo a través de los esfuerzos de su padre, fue finalmente encontrada y llevada de vuelta a su casa. Cuando se informó del delito a los organismos de seguridad del Estado, fue golpeada por el receptor de la denuncia para cambiar su testimonio y decir que ella huyó de su familia por su propia y libre voluntad. «Hasta hoy no han hecho ni hacen nada al respecto, porque soy cristiana», dijo Ingy, entre sollozos.

Magdi Khalil, refiriéndose a la penosa declaración de Ingy Adel, dijo que «Esta es la represión. En la medida que es para el beneficio del Islam, todas las autoridades se unen como si se tratase de una invasión armada. El hecho ejemplifica sobre la influencia de la Sharia y el Islam en el país. Khalil acusó al Estado egipcio, con sus poderes ejecutivo, legislativo y las autoridades judiciales, de ser cómplice.

El papel de la Seguridad del Estado es evidente y fundamental en todos los casos de secuestro «Ellos saben donde están las niñas, y ocultan información a sus familias». A pesar de la existencia de leyes en Egipto, estableciendo la edad mínima de la conversión al Islam a los 21, así como la ley que prohíbe el matrimonio de una niña menor de 18 años sin el consentimiento de su padre o tutor, unas fatwas (edictos religiosos) se publicaron para justificar los actos criminales.

El Presidente de la Fatwa de Al-Azhar Comité, el jeque Abdulah Mogawer, hablando con Al-Arabya-net justifica el matrimonio de dos niñas menores de edad cristianas (15 y 17 años cuando fueron secuestradas) diciendo que aceptan la islamización a la edad de 16 años. «De acuerdo con la Sharia, los principales criterios de validez del matrimonio es para la chica para llegar a la pubertad y no está vinculada a una edad determinada. Aisha se casó con el profeta Mahoma con a la edad de 9. Algunas niñas pueden llegar a la pubertad a los 14 o 15 años de edad, en función de su crecimiento físico «, dijo Mogawer.

Varias organizaciones internacionales han criticado a Egipto y se quejaron en relación con la islamización forzada de las menores, expresadas en los respectivos informes publicados por Libertad Religiosa Internacional de 2005 a 2009, de la Comisión de Helsinki del 9 de noviembre de 2006, Human Rights Watch del 12 de noviembre 2007, y el 10 de noviembre, de 2009, y de Solidaridad Cristiana Internacional que citó 25 casos concretos.

El jeque Fawzy-Zafzaf, ex jefe de la comisión Azhar para el diálogo interreligioso, dijo al diario Al-Destoor el 17 de noviembre de 2009, que no negó la existencia de casos de secuestro y la islamización forzada de las niñas cristianas en Egipto. Pidió al Gobierno que intervenga para detener esos actos mediante la imposición de sanciones sólo a las personas que los cometen.

El Papa Shenouda III, la máxima autoridad de los coptos ortodoxos, advirtió durante una conferencia el 17 de marzo de 2004, que recibió miles de cartas de secuestro de niñas.

Según la señora Rasha Nour, jefe de Egypt4Christ, especializada en los secuestros de menores, los recursos de la islamización provienen de una red financiera de decenas de empresas, organizaciones benéficas, y bancos como el Banco de la Solidaridad Islámica, Faisal Islamic Bank, Banco Islámico de Dubai, y la Islamic Relief Organization, así como de numerosas empresas creadas a través de las operaciones de blanqueo, y que son supervisadas por la Hermandad Musulmana.

No obstante la condena internacional y local, aún no se hace nada sobre los viles atropellos y vejaciones contra las niñas cristianas en Egipto. Parafraseando al experto en asuntos coptos Magdy Khalil: «Es una gran vergüenza para el gobierno egipcio, ser cómplice de estos crímenes contra la humanidad».

http://www.rkpress.com.ar/

 
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