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| jueves marzo 28, 2024

“Trato de recordar todo lo lindo que tenían…aunque ya no están”.


Ahora, poco antes de Iom Hazikaron, el día en que Israel recuerda a sus caídos en el campo de batalla y a las víctimas del terrorismo, volvemos a la tragedia, de las peores de los últimos años.

Entrevistamos a Haim Fogel (65) , el padre de Udi (Z”L), quien trata de sonreir cada tanto..Pero aunque se esfuerza, no logra disimular la voz que se le entrecorta y las lágrimas que le llenan los ojos.

“Perdón”…nos dice cada tanto cuando se tiene que secar las mejillas…y no sabemos qué contestarle.

P: Haim… ¿Cómo se sigue adelante después de una tragedia como la que ustedes sufrieron? ¿De dónde se sacan fuerzas?

R: Parece que todos tenemos fuerzas. Desde que nos avisaron sobre la tragedia, le dije a mi esposa que esto no iba a ser algo personal solamente sino una catástrofe nacional. Hace 20 años que me ocupo del tema de la hitiashvut, de la gente en los poblados en el terreno, en los asentamientos, y sé cuántos problemas ha habido. He acompañado tragedias estando del otro lado y ya  conozco lamentablemente la dinámica que se desarrolla..Por eso entendí de entrada que no lloraríamos solos.

P: Haim, estamos aquí sentados en su oficina, en Iom Hashoa..y en el camino yo me preguntaba cómo  se maniobra entre el recuerdo de la pérdida que ustedes han sufrido, tan enorme, sin minimizarla en absoluto, y sin olvidar al mismo tiempo que el recuerdo de la Shoá del pueblo judío, parece relegar todo a otro plano..Aunque ya lo dice el Talmud que cada ser humano es como un mundo entero..

R: En efecto recordamos Iom Hashoa y mis propios padres la pasaron..Mi madre estuvo en Auschwitz. Mi padre tenía una familia anterior que perdió, antes de conocer a mi madre, en Italia, en 1947. Ambos perdieron a los suyos en la Shoá..Pero ellos sobrevivieron, siguieron adelante y formaron familia. Quizás es más difícil todavía preguntarse cómo es que esa gente logró sobrevivir..Pero lo hicieron.

Yo también me pregunto a veces si no será que como todos sufrían, estaban todos igual…Es más “fácil”..Pero son análisis imposibles de hacer. Lo seguro es que todos nos aferramos a fuerzas que necesitamos para seguir adelante. Yo me he encontrado con otras personas que sufrieron atentados terroristas y perdieron lo más querido, como la familia del atentado en Toulouse ..y cada uno recurre a lo que le permite no caer.

Claro que si me preguntan cómo se logra..Pues no sé, no hay una receta. Hay que encontrar la razón para seguir viviendo.

P: ¿Ayuda ser una persona creyente?

R: Por supuesto, no hay duda alguna. Básicamente, ayuda mucho. Es indudable que gente creyente, en esto, tiene cierta ventaja porque las explicaciones relacionadas a la fe pueden dar alguna respuesta..Si en definitiva ayuda auténticamente, no es exacto, porque no es que uno no sufre o no llora. Quizás exteriormente, en la manifestación de la capacidad de ser fuertes, la fe ayuda mucho. Gente creyente que sufre tragedias de este tipo, quizás trate de encontrar explicaciones…de entender..Aunque no se pueda entender.

P: Creo que esto nos lleva a un problema muy concreto justamente para quien tiene fe. ¿No surge en algún momento la pregunta ´cómo es que tengo que sufrir esto si cumplo los preceptos del judaísmo, soy una persona que sigue a Dios..y adónde estaba mirando él´?

R: Eso le surgía a gente también después de la Shoa. Mis padres, que pasaron la Shoá, son gente religiosa y nunca sintieron que perdían la fe. Uno puede preguntar, claro…no es que tenemos fe ciega, podemos pensar..Lo que cambia son las conclusiones. Pero no quiero pensar siquiera en razones..Por qué pasó tal o cual cosa…porque estaré todo pensando que esto pasó por algo que yo puedo haber hecho..Todos dicen que Udi eran un justo, que su forma de comportarse era de un “tzadik”. ¿Entonces? ¿Y Ruti? ¿Y los niños?

Nadie puede dar una  explicación lógica acerca de cómo puede suceder algo así. Al fin, tenemos la fe para poder aferrarnos…y eso ayuda.

P: Aquí, aparte del dolor de haber perdido y encima en circunstancias tan terribles a Udi y Ruti y a tres de vuestros nietos, tienen el desafío de tener que criar a los tres nietos restantes…

R: Así es. Quedaron Tamar, la mayor, de 13 años, Roí que hoy tiene 10 y también Yshai que hoy tiene 4. Viven en la casa de los abuelos maternos, Ben Yshai, en Jerusalem. Así lo decidimos todos juntos. Los niños vienen cada tanto a pasar shabat con nosotros  pero su vida diaria es con los otros abuelos en Jerusalem. Cada uno tiene sus cosas.  No es sencillo..Para nada.

P: Yo nunca  vi personalmente a Tamar, pero la he oído y he leído cosas que aseguran ella dijo, hablando con mucha responsabilidad y prometiendo a sus padres ya muertos que ella seguirá adelante y cuidará a sus hermanos..No es sencillo, tan jovencita, con tanta responsabilidad sobre los hombros..

R: Ese es justamente el tema..Tamar siempre fue muy madura. La hija mayor, una nieta grandecita..Muy  madura. Pero claro que hay diferencia entre madurar y tomar responsabilidad. Hay un momento en el que uno siente que alguien toma responsabilidad. Lo vimos en ella, esa responsabilidad que toma respecto a sus hermanos menores. Lamentablemente para ella..Y para nosotros. Es lo que el destino nos impuso y ella lidia con esta situación. Podemos llorar adentro…también ellos…pero hay que seguir.

P: Haim, usted habla de Tamar y su responsabilidad..y yo pienso que para ustedes mismos no debe ser nada sencillo. Siempre es bueno ver a los nietos pero imagino que verlos a ellos les trae la imagen de los padres que ya no están…

R: Por supuesto. Es muy difícil. Pero además, vemos que son niños que tienen que crecer sin sus padres. Consideramos todos juntos que sería mejor para ellos crecer con los abuelos maternos como padres..Tomamos la decisión a nivel familia de acuerdo a diferentes consideraciones..Y es una distribución compleja .Sin duda los Ben Yshai, los padres de Ruti, tienen la carga diaria de la educación, de todo lo que hay que hacer cuando se cría niños. Por otro lado, nosotros sentimos más el vacío, la falta.

Nosotros hacemos menos esfuerzo físico en el día a día..Pero sentimos más la ausencia..y eso es muy difícil de sobrellevar.

P: Haim ¿Cuál es la presencia de Udi, Ruti y los niños en la vida diaria de la familia?

R: Cada uno creció en su lugar…Nosotros vivimos en Neve Tzuf. Udi vivió con nosotros hasta que fue a la yeshiva del liceo, luego a un curso preparatorio antes del ejército, después al servicio militar, hizo curso de oficiales de blindados. Ruti hizo el liceo, luego estudió en la ulpana para jóvenes religiosas, luego el “sherut leumí” (servicio nacional, en lugar del ejército) . Se casaron jóvenes, fue un casamiento hermoso en el Monte Scopus, mirando a la Ciudad Vieja de Jerusalem…Algo que era muy evidente en ellos era que a ellos no les importaba sólo su desarrollo personal sino que siempre estaban pensando en lo colectivo, en el pueblo, en los demás.

Udi siguió haciendo reserva en el ejército hasta último momento..y también estudiando Torá. Ruti fue maestra..Estudiaron, hicieron cosas, criaron una familia hermosa…

Cuando fue la desconexión de Gaza, lucharon para combatirla.

A Udi le pidieron que de clases en Ariel a gente que no conocía y le parecía natural aceptar..En Itamar, donde vivían, enseñó, y la imponencia de las relaciones con los alumnos…es muy fuerte. Erigieron allí en la biblioteca un emprendimiento en su memoria.

Donde pasaron, dejaron su impronta. No pasaron por la vida sin dejar huellas, aunque no alcanzaron a vivir muchos años. Realmente, siempre pensaban en qué pueden aportar a otros, al pueblo de Israel. Siempre pensaron en la importancia de acercar a religiosos y laicos, de entablar relaciones con gente de diferentes posiciones políticas. Sus compañeros de la reserva siempre dicen que Udi era amigo de todos..

P: Una persona abierta…

R: Sumamente abierta. Se le notaba en la sonrisa..

P: ¿Y están presentes en vuestra vida diaria? ¿Se los nombra con naturalidad? ¿Los chicos los nombran naturalmente?

R: Si, por supuesto..En lo de los abuelos Ben Yshai, todo el tiempo. En casa fue más difícil al principio porque no están con nosotros. pero sin duda, todos están presentes en la familia.

P: Algo así como “como mamá decía”…o “como le gustaba a papá”…cosas así ¿verdad?

R: Justamente… es difícil..Pero también ayuda un poco. Es una forma de lidiar con el dolor todo el tiempo. Y sabemos que nunca se va a terminar.

P: Haim ¿Usted nunca temió por su seguridad? Usted vive en Judea y Samaria hace décadas y el peligro existe siempre..pero la zona de Itamar en la que ellos vivían es más compleja que otras..

R: Yo nunca temí por su seguridad..Le diré…tengo una hija, que tiene siete niños…y vive en Sderot…

P: Y que es blanco a menudo de disparos desde Gaza..

R: Exactamente. Yo nací con el Estado de Israel. Tengo 65 años. Nací a la lucha, en Jerusalem..Mi madre había sobrevivido a la Shoá y en Jerusalem tenía que buscar refugio de los bombardeos. Yo no vivo bajo traumas ni pienso que están todos en contra nuestro. Pero sí sé que nacimos luchando desde el principio. Estuve en el ejército, en la guerra de los Seis Días, en la guerra de Iom Kipur, he visto muchas tragedias.

Yo empecé el desafío de asentarme en  el terreno, en los altos del Golán. Allí, en Ramat Magshimim, conocí a mi esposa. Nos casamos y decidimos instalarnos en un marco comunitario, en el que lo general es importante para todos, no sólo la vida particular. La gente en Judea y Samaria es como la de otro lado, pero parte de ella decidió dar el paso de vivir allí para hacer algo significativo. Si alguien teme vivir allí, que sepa que puede haber problemas en cualquier lado.

P: ¿No es un punto a tomar en cuenta al vivir allí, que hay allí también otros y que al parecer la convivencia no es realmente posible?

R: Si los palestinos hubieran decidido en algún momento que están dispuestos a un término medio, a llegar a un acuerdo, pienso que eso se habría concretado aún si los colonos nos hubiéramos opuesto. Estoy seguro que ni siquiera los colonos más extremistas lo habrían podido detener. A mí me alegra cualquier judío que se instale en cualquier punto de Israel, donde sea, no sólo en Judea y Samaria.

P: ¿Y no se puede hacer sionismo en el Neguev? ¿En otra parte de Israel? ¿Por qué opta por un lugar donde la polémica es tal que hubo momentos en los que parecía desgarrar al pueblo?

R: Yo creo que no tenemos el privilegio  de pensar así, tenemos que librar esta guerra de supervivencia en todos lados. Y es eso, una lucha por nuestra supervivencia.  Esto es lo que hay hoy en la tierra de Israel. Ojalá alguien del otro lado, antes de todo esto, nos hubiera dicho que entendió y que hay que llegar a un término medio.

P: Si un gobierno electo democráticamente en Israel decide firmar un acuerdo que incluya una retirada por la cual usted tiene que irse de Neve Tzuf….¿Usted se va? ¿O la tragedia personal que ha vivido ha hecho que no tenga ninguna esperanza en la posibilidad de paz con los palestinos?

R: Hace mucho que creo que hay un problema y que la paz no es posible. Nuestra lucha no es sólo en Judea y Samaria. Es una guerra más seria que temo que no se solucione mientras yo viva. Puede que haya acuerdos temporarios..Pero nada más. Cuando fue la desconexión de Gaza, tratamos de ayudar a la población, los apoyamos..y al final el gobierno tomó su decisión y se concretó. Lo que tenemos que hacer ahora es garantizar que eso no se repita. Cada uno tiene su rol.

Y estoy muy tranquilo que nada de lo que yo hago perjudica a los demás.

Yo no digo que no hay problemas en el terreno, no digo que hay cosas que no están mal.

Pero estoy muy pleno conmigo respecto a la forma de comportarse. A mí, que nadie me lo digan. Lo que hicieron con mi familia no es ni siquiera propio de animales…

P: Que matan para comer…

R: –Por supuesto…y fue gente que lo hizo. ¿Cómo se puede? Yo no tengo dudas de que el odio que les inculcan en las escuelas es lo que creó el terreno para que un asesinato así sea posible. En Israel hay discusión, pero no se educa al odio. Y ahí, los  asesinos que cometieron esta barbaridad, recibieron su odio del muazzin en la mezquita, de la escuela…y salieron a matar.

P: Aunque usted tenía posturas políticas claras ya antes..la tragedia que usted ha sufrido ¿Le hace pensar en forma generalizada sobre la imposibilidad de la paz, le influye en su percepción de los vecinos?

R: Yo estoy convencido que hay muchos árabes que son gente sencilla, como yo, y que quieren vivir en paz. Pero todo es muy complejo..Yo conozco personalmente a muchos árabes con los que hablo en el marco del trabajo en forma muy respetuosa. No cambié mis opiniones de fondo respecto a la situación. Nos ocurrió una tragedia terrible. Deseo que nadie tenga que juntar fuerzas para lidiar con situaciones así. Dios quiera que haya paz..No sé…

P: ¿Y cómo se cría a los niños que quedaron garantizando que no olviden a sus padres, que sepan lo que pasó, pero al mismo tiempo, sin inculcarles odio?

R: Creo que al menos en lo relacionado a  Tamar y Roí, que alcanzaron a mamar de sus padres valores y un espíritu determinado, eso es parte clave de la situación. En este  tema, tanto los Ben Yshai como nosotros pensamos igual. Por ejemplo, no fuimos a los juicios de los asesinos. La tragedia ya la vivimos, No podrá darse marcha atrás. Queremos educar a los niños. Queremos perpetuar lo mejor posible la memoria de nuestros queridos.

Sé que si hubieran muerto en un accidente, el eco público sería otro. No estaría ahora entrevistándome. Pero para todos los que vivían con ellos, para los que estudiaban con ellos, para nosotros..lo que más cuenta es su ausencia, su falta. Eso es lo más difícil. Quizás los llevaron para hacer luz en otro lado…y cumplieron una misión fuera de nuestra vista..

P: Y volvemos a la fe…

R: Sí…algo ayuda..Aunque me cueste hablar sin que se me corte la voz.

P: Usted tuvo que reconocer los cuerpos Haim–¿Verdad?

R: Así es..Nos llamaron aquel sábado de noche. Estábamos en Neve Tzuf con nuestra hija y los nietos. Los Ben Yshai, los padres de Ruti, estaban en el norte y nadie sabía…Nuestra misión fue ir a Itamar y traer a Tamar, Roí e Yshai a casa. Eso fue lo que hicimos. Nos llevaron en un jeep a Itamar, donde tuve también que reconocer los cuerpos. Le dije a mi esposa que se quede en el coche y está enojada conmigo por eso hasta hoy.. Les habían cubierto la cara pero yo tuve que verlos. Luego traje a los niños a casa…

P: Seguramente le dificultó más el haberlos visto en esa situación..

R: Sí…a veces..

P: Otras…¿La sonrisa que tenían se sobrepone a lo otro?

R: Mire…yo he visto muchas cosas en las guerras. La gente que me estaba esperando en Itamar, es gente que sufrió un terrible atentado  ahí y a los que yo esperé en su momento , hace unos años..

P: La familia Shabo…

R: Exactamente..Yo estuve ahí  después del atentado…Conocía a Rajel, que mataron, a la esposa…Aquellos a los que yo traté de dar fuerza años atrás, esta vez, trataron de dármela a mí..Es un círculo que espero que termine alguna vez..Pero la esperanza, nunca se puede perder.

Y pasamos Iom Hashoa, luego viene Iom Hazikaron..es difícil, yo recuerdo…hay muchas cosas..Dentro de todo, prefiero recordar lo lindo, las muchas cosas lindas que tenían…aunque ya no están.

 
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