Hoy las Naciones Unidas celebran el Día Internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas. Este día más allá de pretender la prevención de la drogadicción, también pone enfásis en lo que concierne a una preocupación internacional – organizaciones que venden drogas en todo el mundo.
Hezbollah, el grupo terrorista que busca la destrucción de Israel, es una de esas organizaciones. Este grupo financia su terrorismo mediante una sofisticada operación de tráfico de drogas. A pesar de las objeciones del mundo, Hezbollah continúa sacando provecho de las ventas de drogas. Detener el tráfico de drogas podría ser un paso importante en la prevención de los actos de terror mundiales.
Hezbollah adquiere principalmente sus ganancias a través de la venta de drogas en América Latina, pero sus actividades se han ido trazando por todo el mundo. El grupo combina los beneficios de la droga con las ganancias de las ventas legítimas de autos usados en África occidental. Hasta que fue descubierto por funcionarios, este esquema de lavado de dinero mundial efectivamente enmascaraba los ingresos de Hezbollah.
La preocupación por los crímenes de Hezbollah están creciendo en la comunidad internacional. En abril de este año, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos tomó medidas contra Hezbollah por trabajar como un cartel de la droga. Este departamento también puso en la lista negra dos instituciones financieras libanesas, acusándolos de transferencia de decenas de millones de dólares al grupo terrorista.
En 2001, las fuentes de inteligencia extranjeras identificaron residentes libaneses que operaban para Hezbollah en la zona de la triple frontera de América del Sur (Argentina, Paraguay y Brasil). La zona se ha convertido en una importante fuente de financiación para las actividades terroristas de Hezbollah. En octubre de 2008, investigadores descubrieron una operación de contrabando de cocaína en Colombia, y señalaron que «los beneficios de la venta de drogas fueron a financiar Hezbollah».
En Alemania, las autoridades arrestaron a dos sospechosos en el aeropuerto de Frankfurt después de enlazar cuatro individuos libaneses a 10 millones de euros en ganancias de la droga. Las autoridades acusaron a los sospechosos del comercio de drogas y el envío de los fondos a los funcionarios de Hezbollah.
En 2011, el gobierno de EE.UU. incautó las ganancias relacionadas a Ayman Joumaa, un traficante de drogas y lavador de dinero, vinculado a Hezbollah. Su red estaba ganando alrededor de $200 millones por mes. Más recientemente, en junio de 2013, cuatro hombres libaneses fueron sancionados por actuar eficazmente como «embajadores» de Hezbollah en el África Occidental.
El tráfico de drogas de Hezbollah sigue siendo una de las mayores amenazas para la comunidad internacional. En los últimos meses, el grupo ha reforzado sus actividades, mientras que en Siria la agitación política, un estrecho aliado y proveedor de fondos, se ha intensificado.
Hoy mientras el mundo tome postura en contra del tráfico de drogas, es importante también entender a donde el dinero de la droga está siendo transmitido. Ese es el dinero que Hezbollah utiliza para asesinar gente inocente a través de sus actividades terroristas en todo el mundo.
La despenalización y regulación de cultivos, acabaría con las grandes ganancias y el narco-terrorismo o su financiamiento.
Los daños colaterales serían mínimos, pues los consumidores, seguirán siéndolo, pero al abrirse la competencia, se termina con los ‘ carteles ‘.
Es un tema para discutir, hay muchas implicaciones en medio, pero es un camino para cortar el financiamiento, pues habría que evaluar que es peor, las drogas o el terrorismo.