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| sábado noviembre 16, 2024

ONU: El verdadero final del juego es retroceder el tiempo hasta antes de 1948

Al parecer, un ataque directo a la legitimidad del Estado de Israel, miembro de la ONU, se entiende ahora, en círculos de la ONU, como congruente con los principios de las Naciones Unidas.


[Póster Introductorio, Exposición de la Nakba de la ONU, Palacio de las Naciones, Ginebra, 2014 (Crédito de a foto PR)]

La incitación contra el estado judío está directamente relacionada con los apuñalamientos, violaciones y asesinatos de judíos dentro y fuera de Israel. Pero hacer algo para detenerlo requiere confrontar un hecho muy preocupante: el epicentro mundial de la incitación es el leviatán de «derechos humanos», las Naciones Unidas.

Desde el 24 de noviembre de 2014 hasta el 5 de diciembre de 2014, la sede de los derechos humanos de la ONU en Ginebra montó una exposición pública que fue pura incitación. Antisemitismo conducido por la ONU que toma la forma de tratar de demonizar, desactivar y finalmente destruir al estado judío.

La exposición fue titulada: «La Nakba: Exode et Expulsion des Palestiniens en 1948» – o «La Nakba: Éxodo y Expulsión de los Palestinos en 1948». La ocasión fue el Día Anual de Solidaridad con el Pueblo Palestino de la ONU. El Día de Solidaridad recuerda la aprobación por la Asamblea General, el 29 de noviembre de 1947, de la resolución que aprobó la partición de Palestina en un estado árabe y un estado judío.

La resolución de partición fue rechazada por los estados árabes y celebrada por el pueblo judío. Así comenzó la guerra árabe para negar el derecho de Israel a existir.

Pero en 2014, la ONU desechó abiertamente la habitual mentira diplomática de que la ocupación de 1967 es la causa fundamental del conflicto árabe-israelí. La exposición se centró en el presunto delito de la creación de un estado judío en 1948 y abiertamente justificó el rechazo de la resolución de partición.

La exposición fue ubicada en el Palacio de las Naciones de la ONU, justo afuera de la sede del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Constó de 13 paneles en francés y un catálogo en inglés con reproducciones de cada elemento. El catálogo fue distribuido por los servicios de conferencias de la ONU.

Resulta que la muy controvertida exposición ha estado circulando en iglesias y centros comunitarios en Alemania, Austria y Suiza desde abril de 2008. Codiciados anfitriones, como la ciudad de Dusseldorf y la biblioteca de la ciudad de Friburgo, habían rechazado la exposición, que también ha sido formalmente criticada por el alcalde de Colonia.

La organización encargada del «diseño y contenido» de la exposición es «Flüchtlingskinder im Libanon», traducido, «Niños Refugiados en Líbano». Ingrid Rumpf (alias Ingrid Hull), jefa de la organización y curadora de la exposición, explicó su motivación en una entrevista de 2011, comparando a los israelíes con los nazis: «Mi involucramiento en el problema palestino está significativamente influenciado por mi enfrentamiento con el nazismo».

Con los años, la litigiosa Sra. Rumpf ha disfrutado, de forma evidente, presentándose como una víctima ante los tribunales y los tribunales administrativos alemanes, lanzando reiteradas objeciones a la mala prensa y otras críticas sobre la exposición.

En el catálogo de la exposición, la organizadora, explícitamente, pregunta y responde a la pregunta: «¿Por qué creamos esta exposición sobre la Nakba?» La respuesta: para reeducar a todos aquellos cuyas «percepciones» han sido «entorpecidas» por «la culpa alemana» y «los medios de comunicación», con el fin de «suscitar la comprensión» de que en 1948, a los palestinos se les «robó su patria y sus bienes».

De acuerdo con las regulaciones de la ONU, se requería que la exposición fuera autorizada por la máxima autoridad de la ONU en Ginebra. Las normas de la ONU explican que una solicitud – en este caso de «la misión de Palestina» – debe ser enviada al Comité de Actividades Culturales de la Oficina de la ONU en Ginebra «que hará recomendaciones para su aprobación por parte del Director General» Michael Møller de Dinamarca.

En otras palabras, la propia ONU aprobó una exposición proclamando que «la resolución de partición viola los principios fundamentales de la Carta de la ONU».

De acuerdo a la exposición, el problema con el plan de partición es que fue preparado y aprobado «sin consultar al pueblo palestino», y «la Asamblea General no está autorizada a aprobar leyes vinculantes o crear nuevos estados».

En realidad, la decisión de la Asamblea General de no darles a los opositores árabes el veto sobre la autodeterminación judía fue deliberado y bien justificado. Y la resolución de partición nunca pretendió ser una ley ni «crear» un estado. La resolución representó un sello de aprobación moral y política para la creación de Israel, que se logró mediante una declaración de su propio pueblo casi seis meses después.

La «fuente» identificó en la exhibición que esta falsa afirmación es de un tal Norman Paech. Éste es un ex parlamentario del Partido de Izquierda Alemán, que se distinguió por votar en contra de una resolución de 2008 creando un comité que informe sobre crímenes antisemitas y apoye el crecimiento de la vida judía en Alemania. Un incitador prolífico, Paech también ha afirmado que existe un «derecho a la resistencia armada» contra cualquiera que viva en un asentamiento judío, que Israel es un «estado de apartheid», y que Israel libró «una guerra de exterminio» en Líbano.

La exposición patrocinada por la ONU contiene una larga lista de otras mentiras y discursos de odio.

Estos incluyen: «Las raíces del problema palestino se remontan a finales del siglo XIX, cuando… el sionismo se desarrolló en Europa». «La Declaración Balfour era legal, política y moralmente dudosa». La guerra de 1948 consistió en «actos de terrorismo… por parte de los sionistas». Los judíos llevaban a cabo «masacres», mientras que los árabes huían. Los «principales representantes sionistas encabezados por el posterior Primer Ministro de Israel, David Ben Gurion, planificaron e implementaron la purga étnica».

La razón del rechazo árabe de un estado judío, indica la exposición, es que «los palestinos no pudieron entender por qué debían ser obligados a pagar por el Holocausto».

La exposición utilizó la palabra «indígena» sólo para describir a los árabes y su «tierra ancestral». La presencia de judíos, y la asociación del judaísmo con la tierra de Israel, durante casi 4.000 años, nunca fueron mencionadas.

Los palestinos, afirma la exexposición, fueron «un pueblo completamente no involucrado» en la persecución nazi de los judíos. De hecho, el Gran Mufti de Jerusalén, Haj Amin al-Husseini, colaboró estrechamente con los nazis. Vivió espléndidamente bajo auspicio alemán durante gran parte de la guerra, y sigue siendo considerado un héroe por muchos palestinos; al-Husseini presionó a Hitler para que extendiera su solución del problema judío a Palestina.

En ninguna parte de su historia de la creación de Israel hay mención alguna de que los ejércitos de cinco países árabes vecinos – exclusivamente equipados con las habituales armas de un ejército regular – invadieron el estado judío, de un día de antigüedad, en múltiples frentes. En cambio, la exposición ofrece un relato revisionista de empobrecidos «efectivos» árabes.

 

En cuanto a los 800.000 judíos perseguidos que se vieron obligados a huir de los países árabes, la exposición culpa a Israel: «La política expansionista de Israel tuvo graves efectos sobre la convivencia principalmente pacífica de musulmanes, judíos y cristianos que había prevalecido durante siglos en los países árabes de Asia y África. El resultado fue la inmigración masiva de judíos de estos países a Israel».

La exposición concluye con el mensaje final de que Israel es la «patria perdida» de los palestinos a la que «anhelan» volver. Las imágenes visuales incluyen carteles diciendo «no retorno = no paz» y fotos de un título de propiedad y la llave de la puerta de entrada.

La exposición, en ninguna parte, habla sobre el reconocimiento del, y la coexistencia pacífica con, el estado judío.

Las fuentes de todas las falsedades de esta exposición, patrocinada por la ONU, son claramente reconocibles y son un verdadero quién es quién de los extremistas anti-Israel y anti-judíos, como Ilan Pappe, Walid Khalidi, Uri Davis y Salman Abu Sitta. Un simple vistazo a sus extensas contribuciones a la intolerancia habría revelado la fraudulencia de la exposición a los funcionarios de la ONU, si les hubiera importado:

Ilan Pappe: «1948… los líderes sionistas… dan los toques finales a un plan para la limpieza étnica de Palestina… La limpieza étnica… ha sido practicada… por los nazis… El problema con Israel… es su carácter sionista étnico».

Walid Khalidi: «La unidad que existe actualmente en Jerusalén es la unidad de un Anschluss… El liderazgo sionista «aceptó» la partición, pero esta aceptación fue sólo verbal. Al mismo tiempo prepararon un plan maestro… de conquista militar».

Uri Davis: «El núcleo del conflicto palestino-israelí es un conflicto entre un estado de Israel de asentamiento colonial, instruido en la ideología del apartheid sionista político y que se caracteriza, por una parte, por las prácticas sionistas de limpieza étnica y, por otra parte, por el pueblo indígena del país de Palestina, el pueblo árabe palestino».

Salman Abu Sitta: «Palestina es patrimonio de los palestinos… A pesar de la colusión británica y la riqueza judía… los palestinos nunca aceptarán intrusos extranjeros… El sionismo es un proyecto colonial… los proyectos coloniales no pueden durar. El sionismo ha implementado la mayor limpieza étnica integral de la historia moderna».

Por sus esfuerzos en transformar a un tal grupo de xenófobos patológicos en autoridades de la ONU, el día anterior a la inauguración de la exposición en la ONU, la Comunidad Palestina en Alemania le otorgó a Rumpf el «Premio a la Solidaridad con Palestina». El presentador le agradeció la exposición y su mensaje lo sintetizó de esta manera: «Los palestinos son las últimas víctimas del Holocausto».

Otra muestra de la exposición, a principios de este año, fue inaugurada por Hans-Christof von Sponeck – un ex funcionario de la ONU desacreditado por haberse beneficiado personalmente por trabajar en contra de las sanciones contra el Irak de Saddam Hussein. En su discurso de apertura, von Sponeck dijo: «Tal vez llegue el momento en el que palestinos… e israelíes… unirán las manos montando una exposición conjunta Nakba y Shoa…»

En defensa de la exposición, la propia Rumpf formó fila y distribuyó en la ONU una lista de adeptos. Entre ellos, Jean Ziegler, que en 1989 lanzó el Premio Anual Muammar Gadafi de Derechos Humanos, cuatro meses después de que Libia bombardeara el vuelo Pan Am 103, en 2002 él mismo recibió el premio junto con un negador del Holocausto francés, abrazó y aconsejó a dictadores desde Castro hasta Mugabe, y llamó a Gaza «un inmenso campo de concentración».

La exposición también identifica orgullosamente a las ONG de las que «ha recibido apoyo». Que Incluye organizaciones como «Derecho para Todos», que aúlla sobre «limpieza étnica» israelí y «crímenes contra la humanidad”, y afirma que el problema comenzó con «la ocupación sionista en 1948». ¿Su solución? «Toda Palestina debe ser liberada».

Un reciente trabajo de la Asociación Francia Palestina Solidaridad (AFPS), que respalda la exposición, incluye la publicación de una serie de «hermosos posters» – para usar las palabras de su presidente Taoufik Tahani – sobre la guerra de Gaza de septiembre de 2014. Posters como «Bibi dans son bain» que muestra al Primer Ministro israelí Bibi Netanyahu remojando su cabeza en sangre palestina.

Y luego está «Collectif Urgence Palestine», que respalda la exposición, cuya página web presenta un poster que representa a Israel como un arma chorreando sangre que debe ser detenido.

Con las Naciones Unidas habiendo acogido con beneplácito la exposición con los brazos abiertos – no obstante sus viles propósitos, socios, simpatizantes y verificadores de información – los organizadores ganaron el premio gordo. El 23 de noviembre de 2014, Rumpf dijo entusiasmada: «Tengo grandes esperanzas de que la exposición Nakba encontrará en el futuro fuerte demanda… [Su] presentación… en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra, donde se muestra en ocasión del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, debería eliminar completamente las serias dudas sobre su veracidad…»

Las normas de la ONU establecen que las actividades culturales que pretendan un estrado de la ONU deben «promover el diálogo entre las civilizaciones» y «ser compatibles con los valores, propósitos y principios de las Naciones Unidas».

Al parecer, un ataque directo a la legitimidad del Estado de Israel, miembro de la ONU, se entiende ahora, en círculos de la ONU, como congruente con los principios de las Naciones Unidas.

Tal vez, siempre y cuando esos principios no tengan nada que ver con la verdad, la igualdad y la justicia.

El silencio de los miembros de la ONU sobre esta abominación es ensordecedor.

*Anne Bayefsky es la Directora del Instituto Touro de Derechos Humanos y el Holocausto

http://www.jpost.com/Opinion/UN-Turning-back-the-clock-to-pre-1948-is-the-real-endgame-384912

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

 
Comentarios
Alberto.espada@wanadoo.es

Ninguna novedad. Ya se sabe que para el resto del mundo,menos para los judios y simpatizantes, el judaismo tiene la culpa de todo lo malo que ocurre y ocurrirá en el mundo mundial….Será porque enseñan al mundo ética y comportamiento humano? O porque hacen sentir dentro de las conciencias de la gente que su comportamiento no es el idóneo ?

Uno acaba por preguntarse, que incita a una organizacion como la ONU, a incurrir en contradicciones de este calibre, y cual es su grado de implicacion activa, en la difusion de una propaganda interesadamente maniquea, como aquella de la que invariablemente es víctima Israel …
Honestamente, no cabe atribuirlo solo a indices de incompetencia a todas luces evidentes, ni a los efectos de influencias externas ejercidas por algunos de los miembros que componen su consejo de seguridad
no hallariamos pues en presencia de una linea de actuacion, claramente definida, cuyo proposito último persigue desacreditar el legitimo derecho que asiste a Israel, de existir, en el concierto de las naciones reconocidas como tal …
La gravedad de esta conclusion, no escapa creo yo a nadie, como tampoco el trasfondo que permite entrever
el cual nos invita a pensar, en la puesta en práctica de una gigantesca confabulacion de extensas ramificaciones, ideada con el objetivo de arrinconar a Israel, hasta hacerlo desaparecer …
¿Desde cuando la ONU se interesa por los derechos humanos, por cuya salvaguarda le corresponderiá sin embargo velar?
su meticulosidad en esta vertiente, cuando de palestinos se trata, resulta por ello cuanto menos sospechosa …
Israel tiene claro donde estan sus enemigos, ¿lo tiene tambien la opinion pública internacional y los gobiernos que la representan cuando de Israel es cuestion? … me atrevo a pensar que NO, y que en tanto no muden su parecer, y objetiven su vision de las cosas, estaran abocados a servir de pretexto útil a los antisemitas de turno, y al yihadismo que los tiene ciblados, sin atender a otra consideracion que no pase por su propio expansionismo …

¡Dejà Vu!
Los anti-semitas están tratando de desviar la atención de la opinión mundial del escándalo de los asesinatos, violaciones y crímenes de lesa humanidad que practica el Islam a diario en todas partes.
Israel no es culpable de nada de esas maldades del Islam.

Israel sólo debe ser culpable de defenderse es todos los campos y singularmente en el campo militar.
Saludos, JEV

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