Traducción para Porisrael.org: Jose Blumenfeld
Esta semana Le Monde publicó una entrevista con Omar Barghouti, uno de los líderes de BDS. Su argumento, en esencia, fue que no hay ningún problema con los judíos viviendo como minoría bajo dominio árabe en el ejemplar estado que pretende crear.
Después de todo, los judíos, explicó, «no sufrieron en los países árabes. No hubo pogromos. No hubo ninguna persecución. Y, en general, los judíos prosperan como minorías en Europa y en EE.UU». ¿Entonces, cuál es el problema? Por favor, vivan como minoría bajo democracia árabe, que es conocida por su protección de las minorías, especialmente si son judíos.
El hombre sufre de doble ceguera – tanto sobre el pasado como sobre el presente. Es dudoso que hubiera una comunidad judía bajo dominio musulmán que no sufriera de persecución, con o sin ninguna relación con el sionismo. La lista es larga. Y Hajj Amin al-Husseini, el líder del Alto Comité Árabe durante la época del Mandato Británico, fue en realidad un bien conocido fanático de los judíos. Es por eso que, al parecer, encabezó el pogromo contra los judíos de Bagdad en 1941, el «Farhud», y desde allí viajó a Berlín con el fin de convertir a más musulmanes en nazis. También escribió acerca de sus planes para destruir a todos los judíos de los países árabes.
Barghouti tiene derecho de escupir tonterías. Pero cuando se le da una plataforma tan importante, se le debe preguntar: Discúlpeme, ¿De qué está hablando? Y ¿Se olvidó de los pogromos contra judíos en Libia en 1945 y 1948, y en Adén en 1948, y en Marruecos, en Damasco y en Alepo? Cientos fueron asesinados, simplemente porque eran judíos. Y si volvemos al presente, ¿Donde exactamente las minorías viven en paz y tranquilidad en las naciones árabes? Es posible que Barghouti piense en los musulmanes negros de Darfur en Sudán.
¿Cómo es que el entrevistador no lo presionó? Bueno, resulta que la entrevistadora es una israelí, Nirit Ben-Ari. En el pasado apoyó al partido nacionalista árabe-israelí Balad. Hacia las últimas elecciones publicó un artículo apoyando a la Lista Árabe Conjunta. También es una entusiasta partidaria de BDS. Pidió entrevistar a Barghouti para Haaretz, pero éste dejó en claro que se negaba a ser entrevistado para un diario israelí, a causa de la hegemonía sionista.
Tendría que haber sido informado de que el apoyo al boicot se está convirtiendo en la línea central de Haaretz. Sólo esta semana, el editor del diario, Amos Schocken, declaró que apoya un boicot general, no sólo sobre los asentamientos, porque «no puede entender la diferencia entre lo que nosotros hacemos y lo que hicieron los blancos en Sudáfrica».
¿No entiende? Una y otra vez, desde la Comisión Peel de 1937, con el plan de partición, pasando por los Parámetros de Clinton, hasta la propuesta de Olmert – los palestinos rechazaron cualquier propuesta que les habría dado la independencia. No quieren un estado junto a Israel. La campaña de boicot de Barghouti subraya que quieren un estado en lugar de Israel. Pero la ceguera es un problema grave. Schocken se niega a entender.
El peligro de una impostura como la que se propone el tal Barghouti, es tanto mayor,como el nivel de adhesiones que sucita en torno a ella, por parte de ciudadanos judios, desprovistos a lo que se vé, del menor atisbo de sensatez, y lucidez de criterio
la «colaboracion» activa que vienen manifestando médios como Haaretz, hacia dichas pretensiones,y sus correspondientes lineas argumentativas,les convierten en «factores desestabilizadores» y corresponsables directos del áuge que pueda eventualmente alcanzar el boicot promovido contra Israel
una responsabilidad que son llamados a sopesar cuidadosamente,o en su defecto a sobrellevar con todas las consecuencias que de ella se deriven …