Desesperado por encontrar un baño después de un vuelo de casi nueve horas desde Johannesburgo, el estudiante universitario sudafricano Klaas Mokgomole tomó su equipaje de mano y se apresuró a bajar del avión.
Buscando urgentemente a un funcionario en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión de Tel Aviv, y rezando para que el hombre entendiera inglés, Mokgomole preguntó con sinceridad: “¿Me puede mostrar el baño solo para negros?”.
Los ojos del agente se abrieron con incredulidad. Le dijo a Mokgomole en términos claros que nunca había oído hablar de tal cosa, y le indicó dónde estaba el baño más cercano.
Fue entonces cuando le tocó el turno a Mokgomole de estar confundido.
Entonces estudiante universitario y líder juvenil del movimiento antiisraelí Boicot, Desinversión, y Sanciones (BDS), Mokgomole quedó estupefacto en el concurrido baño del aeropuerto al ver que judíos y árabes entraban y salían. Ellos ignoraban la trasformación que estaba ocurriendo en la mente del joven ese día de julio de 2015.
Al recordar ese momento trascendental, Mokgomole le explicó al Servicio de Prensa Tazpit durante una visita reciente a Jerusalén: “Me enseñaron muy enfáticamente que el racismo en Israel es tan profundo que los judíos ni siquiera comparten sus baños con negros o árabes. Ver en los primeros momentos tras aterrizar en Israel que ese claramente no era el caso marcó un punto de inflexión para mí”.
Despertada su curiosidad, Mokgomole comenzó lo que se convertiría en un viaje de trasformación desde un virulento activista antiisraelí a un apasionado pacificador y constructor de puentes entre Israel y el resto del mundo.
Klaas Mokgomole tuvo la suficiente honestidad intelectual como para reconocer que había sido manipulado y engañado
“No sabíamos la diferencia”
Como estudiante en la Universidad de Witwatersrand, Johannesburgo, donde fue jugador estrella en los equipos de voleibol y netball, la voluntad de Klaas Mokgomole de expresarse contra de la injusticia o en nombre de personas que sentía que estaban siendo marginadas lo convirtió en un joven líder en ascenso dentro del Congreso Nacional Africano (ANC), el movimiento de liberación negra que finalmente se convirtió en el partido gobernante del país.
Fue mientras defendía los derechos de los menos afortunados cuando Mokgomole se encontró por primera vez tomando partido en el conflicto israelí-palestino, específicamente como parte del movimiento BDS antiisraelí que estaba arrasando en los campus universitarios de Sudáfrica en ese momento. “La organización Boicot, Desinversión y Sanciones vino a nosotros e hizo una presentación completa con PowerPoint y videos que mostraban bebés muriendo, para explicar cómo Israel era un estado de apartheid. Y como sudafricano, siendo negro, me conmovió”, cuenta Mokgomole.
Dice que él y sus compañeros miembros del gobierno estudiantil aprobaron de inmediato una resolución prohibiendo cualquier cosa relacionada con Israel en su campus, incluida la Unión de Estudiantes Judíos, los académicos israelíes, equipos deportivos y artistas. “Realmente le creímos a esos muchachos que nos empujaron al movimiento BDS”, continúa Mokgomole, al explicar por qué él y tantos otros estudiantes aceptaron lo que ahora describe como “verdades a medias e incluso absolutas mentiras” sobre Israel.
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“No solo estaban predicando el antisionismo, estaban promoviendo el antisemitismo, y realmente no sabíamos la diferencia”
“Creíamos que eran nuestros amigos y podíamos confiar en ellos. Nos dijeron que a los árabes no se les permite ingresar a las universidades israelíes, no se les permite compartir autobuses, playas u hospitales con judíos, esencialmente que los judíos establecieron una réplica del sistema de apartheid que causó tanto sufrimiento aquí en Sudáfrica. No verificamos la información, simplemente sentíamos que debía ser cierta y teníamos que luchar contra ello”, explica.
“No solo estaban predicando el antisionismo, estaban promoviendo el antisemitismo, y realmente no sabíamos la diferencia”.
Mokgomole dice que el flujo constante de mentiras lo llevó a arremeter contra cualquiera o cualquier cosa que conectara con el judaísmo e Israel. Esto incluyó colocar una cabeza de cerdo dentro de la sección kosher de un supermercado local, y asaltar el escenario durante el recital de un pianista israelí en el campus, que arruinó la presentación y casi hizo que Mokgomole fuera expulsado.
Mokgomole cuenta que cuando su destino en la universidad se puso en juego, comenzó a hacerse preguntas sobre el BDS que tuvo problemas para responder. Eso lo llevó a visitar Israel, para presenciar de primera mano las políticas racistas y justificar la batalla que estaba librando en casa.
El punto de inflexión llegó tan pronto como Mokgomole se bajó del avión y encontró el baño.
Las conversaciones sinceras rompen las barreras
Habiéndose derrumbado sus creencias profundamente arraigadas sobre Israel, Mokgomole regresó a Sudáfrica ansioso por compartir sus experiencias. Sin miedo a hablar, Mokgomole se acercó a las personas más cercanas a él dentro de BDS y les contó los impactantes hallazgos de su reciente viaje, y cómo desmentían totalmente las mentiras con las que habían sido alimentados.
Pero esas conversaciones no le fueron bien, recuerda.
“Era tan inusual que alguien quisiera ir a Israel, porque es un tabú. Cometí un pecado ante sus ojos y ya no querían asociarse conmigo”. El anterior líder del movimiento BDS fue etiquetado como un vendido y un espía, e incluso puso su vida en peligro.
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“Era tan inusual que alguien quisiera ir a Israel, porque es un tabú. Cometí un pecado ante sus ojos y ya no querían asociarse conmigo”. El anterior líder del movimiento BDS fue etiquetado como un vendido y un espía, e incluso puso su vida en peligro
“Esto fue antes que existiera el término ‘cultura de cancelación’, pero eso es exactamente lo que intentaron hacerme. Mis amigos me abandonaron, y algunos de los más cercanos me advirtieron que buscara un ‘collar’”. El “collar” era un método para ejecutar a los negros sospechosos de colaborar con el régimen del apartheid: se colocaba una llanta rociada con gasolina alrededor de la víctima y se le prendía fuego.
Pero Mokgomole asegura que ninguna cantidad de amenazas de muerte o intimidación de sus antiguos colegas de BDS pudo persuadirlo. Gradualmente usó su persuasión para socavar las defensas de sus amigos. Diciéndoles que no creyeran en su palabra, comenzó a animarlos a visitar Israel y ver el país por sí mismos, incluso ofreciéndose a acompañarlos.
“Empezaron a prestarme atención. Muchos de mis amigos comenzaron a viajar a Israel para ver de qué estaba hablando”, dice, y agrega que el impacto fue inmediato y dramático. “Un tipo que solía profesar públicamente su amor por Hitler hizo el viaje, y cuando regresó se acercó al comité judío del campus y se disculpó”.
Mokgomole ahora encabeza una nueva organización llamada Africanos por la Paz, un colectivo de estudiantes, académicos y activistas que tiene el ambicioso objetivo de curar los estragos del conflicto global abriendo un diálogo honesto. La organización ha estado llevando a estudiantes universitarios sudafricanos al Centro del Holocausto en Johannesburgo, para que los jóvenes bombardeados con los mensajes de odio de BDS puedan aprender cómo las atrocidades que sufrieron los judíos fueron provocadas por un discurso de odio similar.
Activista de corazón, Mokgomole, dice que se sintió energizado por la eficacia con la que se podían superar barreras aparentemente insuperables entre las personas mediante conversaciones sinceras y manteniendo una mente abierta.
“Empezaron a prestarme atención. Muchos de mis amigos comenzaron a viajar a Israel para ver de qué estaba hablando. Un tipo que solía profesar públicamente su amor por Hitler hizo el viaje, y cuando regresó se acercó al comité judío del campus y se disculpó”
Mokgomole afirma que sigue estando muy consciente de lo vulnerables que pueden ser los estudiantes universitarios ante los grupos de BDS que se dirigen a individuos jóvenes e idealistas. Hace cuatro años, junto a su equipo de Africanos por la Paz comenzó a realizar visitas anuales para dictar conferencias en universidades de Estados Unidos, incluyendo Stanford, California-Berkeley y la de Nueva York. Africanos por la Paz también lleva su mensaje a los campus británicos.
Mokgomole aparece regularmente en la televisión nacional sudafricana difundiendo su mensaje, y se ha ganado la atención de varias organizaciones israelíes, entre ellas el Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén, que trajo a Mokgomole de regreso al país este mes para una semana de talleres y presentaciones en video.
Dan Diker, quien supervisa la “Iniciativa África, América Negra, Israel” del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén que combate la campaña de propaganda de la Autoridad Palestina, afirma que Mokgomole es la persona ideal para educar al mundo sobre la falsedad del libelo del apartheid. Diker afirma: “Klaas Mokgomole entiende que la narrativa del apartheid de la Organización para la Liberación de Palestina ha intentado robarle a él, y a millones de otros sudafricanos, la legitimidad de su propia experiencia del verdadero apartheid al tratar de promover la farsa del apartheid en Israel, y ha logrado demoler esa mentira”.
*Periodista del Servicio de Prensa Tazpit (TPS), Israel.
Fuente: World Israel News (worldisraelnews.com).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
Descubrir Israel es amárlo …se tráta sin duda de la mejor terápia práctica que se pueda aplicar, a quienes militan en movimientos pro-boicot a Israel como el citado BDS, o en colectivos pro-«palestinos» tan abiertamente anti-israelies, como ignorantes de la verdad histórica, politica, cultural y social de ése pais …una ignorancia convertida en lástre que les impide cotejar una realidad desconocida, cegados como estan en su burbúja ideológica y su discurso pre-concebido y maniqueo, alejado por completo de todo atisbo de lucidez en relacion a la objetividad de los hechos que pretenden denunciar …