[El año pasado, activistas palestinos «anti-normalización» interrumpieron una conferencia de paz entre israelíes y palestinos, no oficial, en el Ambassador Hotel en Jerusalén.]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
- Se trata de personas que se comportan de tal manera que no merecen ser recompensadas con nada, ni que hablar de un estado. Se parecen mucho más a todos los matones tiránicos a lo largo de la historia que pasaron sus vidas diciéndole a la gente cómo vivir, y usando violencia o amenazas de violencia, para coaccionar a todos los que no estuvieran de acuerdo. Por desgracia, ya tenemos demasiado de ese tipo de uso de la fuerza en nuestro mundo árabe y musulmán, como el vanguardista Presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, así como muchos otros, lo señalan regularmente.
- Ahora hemos llegado a la misma etapa que los nazis de Alemania – irónicamente, a lo mismo que acusamos falsamente a los judíos de ser – donde la aparición de un judío en un programa de TV palestina es considerado como un acto de «traición» y un «crimen». En realidad, somos nosotros los que somos los Nuevos Nazis.
Un conductor de un programa de entrevistas de TV palestino se enfrenta a fuertes condenas y amenazas por recibir a un cantante judío israelí que es extremadamente popular entre los jóvenes palestinos.
Las condenas exponen la cara fea del Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel, cuyos partidarios se oponen vehementemente a cualquier forma de «normalización» entre palestinos e israelíes.
Los activistas de BDS exigen que sean castigados los que trajeron al cantante, Ziv Yehezkel, al programa de televisión en Ramallah. A los activistas ni siquiera parece importarles que el cantante apoye la paz entre Israel y los palestinos.
Están más molestos por el hecho de que una estación de TV palestina en Ramallah se atrevió a invitar a un judío a una entrevista. Los activistas de BDS tampoco se avergüenzan de exponer su antisemitismo expresando su indignación por el hecho de que Yehezkel es un judío observante que usa una kippa.
A juzgar por las airadas reacciones contra la entrevista a Yehezkel, sólo se puede deducir que los miembros del movimiento BDS son unos racistas profundamente antisemitas que odian a los judíos sólo por su fe y su apariencia.
Decenas de palestinos usaron las redes sociales para lanzar insultos contra el programa de TV palestino y sus presentadores, llamándolos «traidores», «espías», «perros» y «cerdos».
La artista palestina Faten Kabha escribió que decidió cancelar una entrevista con el programa de televisión «después de que recibió a un judío sionista en el corazón de Ramallah».
El Sindicato de Periodistas Palestinos, un cuerpo dominado por activistas de Fatah en la Margen Occidental, y varios grupos políticos, también se unieron al carro de las denuncias por la aparición del cantante judío en un programa de TV palestino; y los activistas «anti-normalización» también tienen como blanco al Grand Park Hotel de cinco estrellas en Ramallah por albergar al cantante judío.
Uno de los líderes de la campaña «anti-normalización», Fadi Arouri, exigió que el hotel se distancie del programa de TV, que fue grabado en una de sus salas, o que enfrente ser etiquetado defensor de la «normalización» con Israel. Pareciera que tiene que preocuparse más por eso que por ser etiquetado como racista.
Arouri, en su página de Facebook, atacó a la Corporación Palestina de Radiodifusión y al hotel por traer al cantante judío a Ramallah. Amenazó con añadir al hotel a la lista de defensores de la «normalización» con Israel, diciendo: «Ustedes serán combatidos del mismo modo que combatimos la ocupación y sus instituciones».
Arouri y sus amigos también están enojados con el programa de TV por usar los nombres hebreos de ciudades israelíes durante la entrevista con Yehezkel, que vive en Ashkelon, y argumentaron que el presentador debería haber utilizado el nombre árabe de Majdal en lugar de Ashkelon.
El cantante judío tuvo suerte de que Arouri y sus amigos no supieran de su presencia en Ramallah en tiempo real, de lo contrario, habrían atacado al estudio de TV y lo habrían obligado a huir de Ramallah, como estos activistas BDS han estado haciendo durante los últimos años: desintegrar violentamente reuniones entre israelíes y palestinos en la Margen Occidental y Jerusalén Oriental, e intimidar a los participantes con matones. Se trata de personas que se comportan de una manera que no merecen ser recompensadas con nada, ni que hablar de un estado. Se parecen mucho más a todos los matones tiránicos a largo de la historia que pasaron sus vidas diciéndole a la gente cómo vivir, y usando violencia o amenazas de violencia, para coaccionar a todos los que no estuvieran de acuerdo. Por desgracia, ya tenemos demasiado de ese tipo de uso de la fuerza en nuestro mundo árabe y musulmán, como el vanguardista Presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi, así como muchos otros, lo señalan regularmente.
La protesta pública sobre la aparición de un cantante judío en un programa de TV palestino es otro recordatorio de cómo nosotros los palestinos nos hemos vuelto intolerantes respecto de los israelíes, incluso de aquellos que simpatizan con nuestra causa y creen en la paz y la convivencia.
La campaña en los medios sociales en contra del cantante y el programa de TV también proporciona una prueba de los cada vez mayores sentimientos racistas entre nuestra gente. Rechazamos automáticamente a cualquiera que use una kippa porque suponemos que es un «colono» que odia a árabes y musulmanes. Es vergonzoso leer muchos de los comentarios publicados por activistas palestinos en relación a la religión y la kippa del cantante.
Con este tipo de actitudes, ¿cómo podemos hacer la paz con Israel? Si recibir a un cantante judío en un programa de TV palestino ha provocado tan feroz oposición y denuncias, ¿qué ocurrirá el día que algún líder palestino firme un tratado de paz con nuestros vecinos judíos?
¿Cuántas veces han aparecido palestinos en los medios de comunicación israelíes durante las últimas décadas? ¿Alguien ha oído de este tipo de protestas por parte de judíos israelíes? Los medios de comunicación israelíes han estado incluso llevando a cabo entrevistas con algunos de los peores enemigos de Israel, incluidos palestinos que asesinaron despiadadamente a judíos inocentes. Aun así, nunca vimos reacciones desagradables y racistas como las publicadas en las redes sociales después de la entrevista con el cantante judío.
Con los años, hemos enseñado a nuestro pueblo a odiar no sólo a Israel, sino también a los judíos – como ya está afianzado en la Carta de Hamas. Lo hemos hecho a través de incitación en mezquitas, medios de comunicación y retórica pública. Ahora hemos llegado a la misma etapa que los nazis de Alemania – irónicamente, a lo mismo que acusamos falsamente a los judíos de ser – donde la aparición de un judío en un programa de TV palestina es considerada como un acto de «traición» y un «crimen». En realidad, somos nosotros los que somos los Nuevos Nazis.
El caso del cantante judío muestra que la gente del BDS y la «anti-normalización» no son más que un grupo de racistas camisas pardas que trabajan para destruir cualquier posibilidad de paz y convivencia entre los palestinos e Israel. Su histérica reacción a la entrevista de TV con Yehezkel, demuestra que nuestro pueblo continúa marchando hacia atrás, hacia un mayor extremismo, racismo y nazismo.
Bassam Tawil es un académico con sede en Medio Oriente.
http://www.gatestoneinstitute.org/6574/palestinians-yehezkel-interview
Hay que comprender que los «pobrecitos palestinos» estan desesperados, no estan mas en los titulares de todos los periodicos internacionales ni nadie se ocupa de su «sufrimiento», con la consiguiente baja en el dinero que les llueve normalmente y que en su gran mayoria va a parar a los bolsillos de sus dirigentes. Que los medios internacionales no se ocupen de ellos ni marginalmente enloquece a sus «dirigentes», que como su «Presidente vitalicio» Mahmud Abbas promete declaraciones «bombasticas» en la UN, o renunciar (no lo creo), o las algaradas en torno a la supuesta toma de la mezquita de Al Aqsa en Jeruslamen que no es mas que otro intento de atraer la periodismo internacional nuevamente a la «causa palestina». Pero para su desesperacion los medios estan mas interesados en la invasion musulmana a Europa que en ellos lo que los enloquece y no saben ya que hacer. Ni tirar piedras ni botellas inflamables les va a ayudar, es mas, ya el pueblo israeli esta harto de ellos y de sus montajes y sus provocaciones para atraer a los medios. Lo ultimo que pretenden, si es que alguna vez lo han hecho es una normalizacion y una paz.