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| lunes diciembre 23, 2024

BDS: Las mentiras y la verdad

A los críticos de Israel les encanta hacer grandiosas afirmaciones en su contra, y malinterpretan un montón en el proceso. Aquí hay algunos ejemplos.


 

[Colonos judíos israelíes en Migron. El proyecto de asentamiento es acaloradamente debatido dentro de Israel (Foto: Reuters)]

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Israel no está exento de críticas. No todas las decisiones del Gobierno Israelí han sido correctas, y no cada paso en los enfrentamientos de los últimos años ha sido apropiado. Los conflictos crean situaciones difíciles. La legítima defensa contra el terrorismo trae consigo injusticia y daños a personas inocentes.

La continuación del proyecto de asentamientos está en el centro de un acalorado debate público. Muchos israelíes piensan que la inversión en los asentamientos es contraria a los intereses de Israel y perjudica a la oportunidad para la paz. Dentro de Israel hay fuertes críticas contra la violación innecesaria de los derechos humanos, y hay muchos que exigen que se adopten nuevas medidas para aumentar la igualdad de los árabes israelíes.

Pero hay una diferencia entre un argumento legítimo, una crítica pertinente de la política israelí, y una monumental campaña de falsas afirmaciones de apartheid, genocidio, crímenes de lesa humanidad y proclamas que Israel nació en pecado porque es una entidad colonialista y como tal está involucrado en el grave delito de limpieza étnica.

Las siguientes cortas respuestas no intentan defender a este gobierno, o a cualquier otro gobierno de Israel. Están destinadas sólo a refutar algunas de las falsas afirmaciones que han sido dichas repetidas veces contra Israel.

Graves acusaciones también se han escuchado desde dentro de la academia israelí y de los medios de comunicación israelíes. Aquí, también, se puede oír la acusación de que Israel es un estado de apartheid. Aquí, también, hay personas que afirman que Israel está involucrado en genocidio. Israelíes afirman que las FDI tratan a los palestinos de la misma manera que los nazis trataron a los judíos. El hecho de que tales afirmaciones sean escuchadas en Israel no las convierte en verdades. Es simplemente una prueba de que Israel es una democracia vibrante, con libertad de expresión que permite la expresión de acusaciones falsas.

El problema es que en todo el mundo tales afirmaciones adquieren niveles muy graves. Afirmaciones «Fácticas» no son examinadas, a pesar de que un simple examen daría lugar a su rechazo.

Las ideas presentadas aquí no intentan ser una postura política. Es una presentación destinada a combatir la incitación, la propaganda y la demonización, y facilitar un debate político justo.

Resumen

Estas no son todas las afirmaciones en contra de Israel. Hay otras. Algunas son simplemente afirmaciones. No todos los cierres de todas las tiendas en Hebrón son justas. No todas las retenciones en todos los puntos de control son justificables. No todo impedimento de excavación de un pozo es disculpable. A pesar de la evidente mejora en la vida de los palestinos desde 1967 hasta hoy, el gobierno israelí también ha creado injusticia. La sociedad israelí, como sociedad democrática, con libertad de prensa y organizaciones de vigilancia, se analiza y monitorea. Esta es la razón de muchos cambios en las últimas dos décadas. Principalmente cambios para mejor. Hay menos puestos de control. Hay más autonomía para los palestinos.

 

BDS protesters in the Netherlands. The Boycott movement doesn't really want peace (Photo: Tal Shahar)

[Manifestantes de BDS en Holanda. El movimiento de Boicot en realidad no quiere la paz (Foto: Tal Shahar)]

El deseo de acuerdo o tratado es un deseo justo, incluso si hay un acalorado debate en Israel y en el exterior con respecto a los términos. Está claro, sin embargo, que el Movimiento de Boicot no desea la paz o un acuerdo. Es un movimiento que utiliza un discurso de derechos para negar el derecho de un pueblo a la libre determinación. Es un movimiento cuyos líderes y guías engañan a muchos de sus partidarios. Los líderes se oponen a la paz.

Muchos de los partidarios desean un acuerdo de paz justo, basado en dos estados para dos pueblos, por lo que los puntos que aquí se presentan no pretenden apoyar ninguna posición política. Tienen el propósito de presentar hechos básicos. Están destinados a refutar la propaganda de mentiras y permitir un diálogo que sea imparcial, aunque sea crítico, que es una condición fundamental para la solución del conflicto árabe-israelí.

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La mentira: «El sionismo es un movimiento colonialista Ustedes conquistaron tierra palestina que no es vuestra».

La Verdad: El sionismo es un movimiento de liberación nacional, como muchos otros que se fundaron en los siglos XIX y XX. El sionismo no «conquistó». Muchos judíos, que eran perseguidos, especialmente en Europa Oriental y los países árabes, comenzaron a abrir su camino a Israel. No había ninguna entidad llamada Palestina en esa época. Era un pedazo de tierra de muy baja densidad de población, bajo el dominio del Imperio Otomano.

Herzl hizo un llamamiento al sultán turco y otros dignatarios con el fin de obtener el permiso para asignar esta parte de la tierra a los judíos. El consentimiento recién se recibió en 1917, con la Declaración Balfour que dice «Un hogar nacional para el pueblo judío», y fue confirmado por la Sociedad de Naciones en 1922. Hasta el establecimiento del Estado de Israel en 1948 ni un solo árabe fue echado de su tierra, y cada pedazo de tierra en la que los judíos se establecieron fue comprada y pagada en su totalidad.

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La mentira: «Ustedes echaron a millones de palestinos de sus tierras Eso es limpieza étnica».

La Verdad: En la primera mitad del siglo XX, hubo olas de intercambios de población con el propósito de establecer estados nacionales. Alrededor de 60 millones de personas fueron desarraigadas de sus países natales. En 1947 la ONU declaró el establecimiento de dos estados entre el río Jordán y el mar – un estado judío y un estado árabe. Los judíos aceptaron la decisión. Los árabes la rechazaron, y declararon una guerra de aniquilación.

Muchos árabes huyeron a causa de la guerra que se avecinaba, y algunos fueron expulsados ​​tras la invasión de los ejércitos de los estados árabes contra el recién nacido estado. Alrededor de 711 mil árabes se convirtieron en refugiados. Como resultado de ese conflicto alrededor de 850 mil judíos fueron obligados a abandonar los países árabes. Muchos de ellos fueron expulsados ​​y sus bienes confiscados. De las decenas de millones de refugiados en esos años, los únicos que permanecieron como refugiados son los palestinos, y eso es resultado de una decisión consciente de los países árabes para perpetuar su situación.

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La mentira: «Los palestinos que viven en Israel son ciudadanos de segunda clase».

La verdad: Los árabes israelíes son ciudadanos con los mismos derechos. Árabes sirven como miembros del Parlamento, como jueces en los tribunales, incluida la Corte Suprema, como profesores y médicos. En el pasado hubo incidentes de discriminación, y a veces aún existen. Pero de acuerdo con cualquier medición objetiva, la condición de los árabes israelíes es mucho mejor que la de las minorías musulmanas en Europa.

El jefe del panel de jueces que envió al ex presidente israelí Moshe Katsav a la cárcel, por ejemplo, era un juez árabe. El presidente de la Comisión Electoral Central en las elecciones de 2015 también era árabe. Hay numerosos ejemplos de las formas en que los árabes israelíes están integrados en la cultura, el arte, la economía y las instituciones académicas de Israel.

 

Justice Salim Joubran. Headed the panel that sent Moshe Katsav to jail (Photo: Moti Kimchi)

[Juez Salim Joubran. Encabezó el panel que envió a Moshe Katsav a la cárcel (Foto: Moti Kimchi)]

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La mentira: «Israel aplica una política de apartheid en los territorios ocupados».

La verdad: Israel se ha retirado completamente de la Franja de Gaza, y la mayoría de los árabes de la Margen Occidental viven bajo la Autoridad Palestina, que cubre la mayoría de los aspectos de sus vidas. Los palestinos del otro lado de la Línea Verde no son ciudadanos israelíes, porque aspiran a un estado palestino, e Israel no anexó la Margen Occidental. Durante las últimas décadas, Israel ha aceptado, una y otra vez, una solución de dos estados para dos pueblos. Arafat rechazó la propuesta de Bill Clinton, y Mahmud Abbas (Abu Mazen) rechazó una propuesta similar de Ehud Olmert. El mismo día en que el liderazgo palestino acepte una solución de dos estados – un acuerdo de paz estará al alcance.

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La mentira: «Las FDI detienen a los palestinos con el fin de establecer un régimen de terror en la Margen Occidental».

La Verdad: Los soldados de las FDI sólo detienen a palestinos si, y sólo si, son sospechosos de actividades hostiles. La batalla contra el terrorismo no es sólo una batalla israelí. Es una dura y complicada batalla que se libra a través de todo el mundo libre, así como también en países árabes. La Autoridad Palestina, con Mahmud Abbas, también es activa en la lucha contra el terrorismo. Gracias a las actividades de Israel y la Autoridad Palestina, así como a la barrera de separación, el nivel de terrorismo y violencia ha disminuido. En cualquier batalla contra el terrorismo, en cualquier país, personas inocentes pueden ser lastimadas. Ningún país es inmune a errores.

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La mentira: «Israel asesinó a miles de niños en Gaza».

La verdad: Israel está llevando a cabo una batalla contra Hamas, que es reconocida por el mundo libre – incluyendo a la Unión Europea – como una organización terrorista. La Carta de Hamas llama al exterminio de los judíos, y en las emisiones de Hamas, incluso en programas infantiles, se hace una flagrante incitación antisemita y racista. Hamas utiliza brutalmente a niños en la construcción de sus túneles terroristas; utiliza a niños como escudos humanos y lanza cohetes desde escuelas y áreas densamente pobladas.

Contrariamente a Hamas, que dispara con la maliciosa intención de herir a civiles, Israel toma extremas medidas, más que cualquier otro ejército del mundo, para evitar herir a personas inocentes. Pero el cínico uso de Hamas de civiles y niños resultó en desafortunado daño a civiles inocentes. La culpa es de los que apoyan al terrorismo, no de los que luchan en su contra.

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La mentira: «Israel está estrangulando a Gaza en un asedio sin ninguna razón».

La verdad: Israel se retiró de Gaza hace una década con el fin de permitir que su gente florezca y prospere bajo autogobierno. Hamas eligió el camino de la violencia y el terrorismo. Diez años después de la retirada, la gran mayoría de las zonas evacuadas por Israel se utilizan como campo de entrenamiento para organizaciones terroristas. Después del triunfo de Hamas en las elecciones de 2006 en la Autoridad Palestina, el Cuarteto (la Unión Europea, la ONU, Estados Unidos y Rusia) le presentó condiciones para el reconocimiento y la cooperación: el reconocimiento de los acuerdos previos y el cese de la violencia.

Hamas respondió con el rechazo sin rodeos. La violencia, el terrorismo, el lanzamiento de cohetes contra Israel no fueron debido al sitio. Fue al revés: el sitio fue implementado debido a la violencia, el terrorismo y los cohetes. El día en que Hamas decida aceptar las condiciones de la comunidad internacional será el día en que ya no será necesario el sitio.

Hamas leader Ismail Haniyeh. Recognized as a terrorist organization in the free world (Photo: AFP)

[El líder de Hamas, Ismail Haniyeh. Reconocida como una organización terrorista en el mundo libre (Foto: AFP)]

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La mentira: «Israel no permite que la Autoridad Palestina gestione a la población de los territorios».

La Verdad: La mayoría de los palestinos que viven bajo el gobierno de la Autoridad Palestina no ven soldados israelíes, y no viven bajo dominio israelí. Casi todos los puntos de control que había antes en la Margen Occidental han sido eliminados como consecuencia de la caída en el nivel de terrorismo. En la mayoría de los aspectos de la existencia cotidiana los palestinos viven sus vidas sin interferencia israelí.

Pero hasta que se alcance un acuerdo permanente, Israel seguirá estando a cargo de la seguridad, sin la cual se corre el riesgo de que el terrorismo tome el poder, así como Hamas, como fue el caso en Gaza. Esta sería contraproducente, primero y principal, para los propios palestinos. No es una situación ideal, pero teniendo en cuenta el surgimiento de una ola de extremistas islámicos en algunos de los países vecinos, los palestinos se encuentran en una posición mucho mejor.

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La mentira: «Los palestinos quieren la paz con Israel, pero Israel no quiere vivir en paz con ellos».

La verdad: Los árabes fueron los que dijeron «NO» a la Propuesta de Partición de la Comisión Peel en 1937. Ellos dijeron «NO» a la Propuesta de Partición de la ONU de 1947. El Acuerdo de Oslo en los años 1990 se suponía que debía conducir a un acuerdo pero, en cambio, trajo una ola de terrorismo. Después de la conferencia de Camp-David en el verano de 2000, el Presidente Clinton presentó a ambos lados parámetros para un acuerdo de paz: dos estados para dos pueblos, incluyendo la división de Jerusalén, la retirada del 90% de los territorios de la Margen Occidental, así como de toda la Franja de Gaza, y la compensación a los refugiados con la ayuda de un fondo internacional.

Israel decidió aceptar los términos. Arafat se negó, y puso en marcha la segunda Intifada, que causó la muerte de miles de palestinos, y más de un millar de israelíes. En 2005 Israel se retiró de toda la Franja de Gaza, hasta el último centímetro. Desde entonces, casi 20 mil cohetes han sido lanzados desde Gaza hacia Israel.

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La mentira: «Israel debe respetar el ‘Derecho de Retorno’ de los palestinos de conformidad con el derecho internacional».

La Verdad: Decenas de millones de personas que se convirtieron en refugiados después de las dos guerras mundiales no consiguieron el «Derecho al Retorno» porque tal derecho habría causado un caos mundial. El derecho internacional no incluye ese derecho. Las peticiones que fueron entregadas por refugiados de Europa central después de la Segunda Guerra Mundial, y por refugiados de Chipre, fueron rechazadas sin más trámite.

El retorno masivo de los refugiados a su lugar de nacimiento de sus antepasados significaría la destrucción del Estado de Israel. El día en que los palestinos estén de acuerdo con un principio de dos estados, sin insistir en la destrucción de Israel por el retorno masivo, habrá muchas más posibilidades de lograr un acuerdo de paz.

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La mentira: «Continuar con el proyecto de asentamientos es prueba de que Israel no quiere la paz».

La verdad: Los asentamientos están en el centro de un acalorado debate en la opinión pública israelí. La crítica en su contra, hay que subrayar, no es parte de la demonización. Pero las propuestas de paz dejan en claro que los asentamientos no son un obstáculo para la paz.

Israel ha evacuado a miles de colonos de la Franja de Gaza. En cualquier acuerdo futuro, habrá colonos que viven en bloques de asentamientos, el 5% del área. Los acuerdos relativos a la minoría de colonos fuera de esos bloques, están sujetos a negociaciones entre las partes. Tal vez se queden donde están. Así como hay una minoría árabe en Israel, podría haber una minoría judía en el Estado Palestino. O tal vez se encuentre un arreglo diferente.

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La mentira: «Israel está cometiendo genocidio palestino».

La Verdad: Entre once y 12.000 palestinos han sido muertos entre 1967 y 2015. La gran mayoría estaban involucrados en actividades hostiles. Este número, en relación con el tamaño de la población, es menor que la tasa media de mortalidad por accidentes de tránsito. Se lo puede llamar muchas cosas – pero no genocidio.

Ni siquiera está cerca de ser genocidio. Esta es una de las más flagrantes mentiras detrás de la propaganda anti-israelí. Contrariamente a las organizaciones terroristas, que atacan deliberadamente a civiles (tanto con cohetes como con ataques suicidas en centros densamente poblados); Israel hace todo lo posible por no dañar a civiles inocentes.

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La mentira: «Israel es el enemigo número uno de los musulmanes y la fuente de todos los conflictos en Medio Oriente».

La verdad: Israel no es enemigo del mundo árabe, y tiene relaciones diplomáticas, incluidos acuerdos de paz, con países con grandes poblaciones musulmanas. El enemigo número uno de los musulmanes es la Jihad mundial que mata mayormente a musulmanes – en Nigeria, Somalia, Afganistán, Yemen, Irak, Libia y Siria.

Israel no tiene nada que ver con este festival de sangre. Muchos musulmanes admiten que su principal problema es la Jihad, que asesina – en actos terroristas solamente – a cerca de 2.500 musulmanes cada mes. En 2014, por ejemplo, más de 32 mil personas murieron en actos terroristas ejecutados por la Jihad, con todas sus ramificaciones. Esto no tuvo ni tiene nada que ver con Israel.

 

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La mentira: «Sólo un boicot académico y de consumidores contra Israel mejorará la situación de los palestinos y traerá la paz».

La verdad: Datos objetivos demuestran que la situación de los palestinos ha mejorado bajo el gobierno israelí. Por ejemplo, en 1967 no había ni siquiera un instituto académico en la Margen Occidental o la Franja de Gaza. Desde el gobierno de Israel, y bajo su patrocinio, se han establecido decenas de instituciones de educación superior.

La voluntad de los palestinos por la paz tiene que ser respetada, pero hay que darse cuenta de que la principal demanda del movimiento de boicot no es «poner fin a la ocupación», y ni siquiera la de «dos tierras para dos pueblos’’, sino más bien «el derecho de retorno» es decir, la destrucción del Estado de Israel.

Los jefes del Movimiento de Boicot ‘como Omar Bargouti y Ali Abuneima’ ponen absolutamente en claro que esta es su intención. Esto es lo que hace que el boicot sea el enemigo número uno de cualquier acuerdo de paz basado en dos tierras para dos pueblos. El boicot sólo nutre la ilusión y, al hacerlo, perpetúa el conflicto.

 

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La mentira: «Israel perjudica a los palestinos en todos los aspectos humanitarios. Lo que los nazis hicieron con cámaras de gas, Israel lo hace elevando las tasas de mortalidad entre los bebés».*

La Verdad: El Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, e incluso investigadores palestinos, han presentado datos que muestran claramente que estas acusaciones no son más que una sarta de mentiras. La esperanza de vida de los palestinos en 1967 era de 48,6 años. Se ha elevado a 75 años.

La tasa de mortalidad entre los bebés palestinos es de 15 cada mil bebés, en comparación con 22 en Turquía y 39 en el promedio mundial. En casi todos los aspectos humanitarios que se pueden comprobar y medir, los palestinos bajo gobierno israelí están mejor que el promedio mundial, y por lo general están en la parte superior del bloque de países MENA. (Medio Oriente y África del Norte)

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La mentira: La definición de Israel como un «Estado judío» es una expresión de racismo.

La Verdad: El principio más importante de la Carta de la ONU es el derecho a la autodeterminación. Los judíos que quieren la autonomía, así como los palestinos, tienen ese derecho. Los judíos han luchado por el derecho a la autodeterminación porque padecieron persecución.

Checoslovaquia se dividió en dos estados nación; Yugoslavia se dividió en seis entidades, porque cada pueblo reclamaba su derecho a la autodeterminación. Un esfuerzo para negar a cualquier pueblo este derecho es una violación del derecho internacional y, en sí mismo, es una expresión de racismo. Hay que decir que, como un país judío democrático, en Israel los no judíos tienen plenos e iguales derechos.

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4704703,00.html

 
Comentarios

Si se utiliza para expoliar a una población si. Según los datos Británicos la población de Palestina era:
1922 Judíos 73.790 (13%) Musulmanes 486.177 (75%) Cristianos 71.464 (11%)
1931 Judíos 175.138 (17%) Musulmanes 761.922 (74 %) Cristianos 89.134 (9%)
1945 Judíos 553.600 (31%) Musulmanes 1.061.270 (60%) Cristianos 135.550 (8%)

Y en la partición de Palestina a los Judíos se les da la mitad del territorio, ademas teniendo en cuenta que más de la mitad de esos Judíos no llevaba más de 15 años viviendo en Palestina.
Extrapolando esa situación a las viviendas es como si a un grupo de okupas se les da la mitad de una vivienda y los okupas se quejan de que los propietarios no han aceptado perder dicha parte de la vivienda.
No toda la tierra fue comprada se olvida la Ley de Propiedades Ausentes por la cual si el propietario de una bien se ausenta por un numero de años la pierde a favor del Estado que a su vez la vende /adjudica a la Agencia Judía entidad privada que solo vende a Judíos. El impedimento de la vuelta de los Refugiados Palestinos hizo que los Judios sacaran un beneficio Economico.
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