La nueva fábrica Sodastream en el Neguev (Foto: Haim Horenstein)]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
A lo largo de la línea de montaje en la nueva fábrica de Sodastream, ligeramente por encima de las cabezas de los trabajadores, junto con instrucciones para «colocar la junta en el agujero en el centro del soporte de válvula», cuelgan hojas de papel con las palabras «Yo también soy Ali Jafar.» Yelena Akon de Arad, Henrietta Fashinski de Ofakim y Tatiana Zirbalev de Beer Sheva – nuevas inmigrantes de Rusia – así como Mounir El Karanawi de Rahat y Merav Brahmi de Beer Sheva, dicen que las colgaron «porque no queremos que se vaya».
«Esta es la primera vez que he estado trabajando bajo un jefe palestino de la Margen Occidental», dice Merav Brahmi, de 22 años, que sirvió en la Fuerza Aérea antes de empezar a trabajar en Sodastream. «Fue extraño para mí al principio, pero ahora es muy difícil de manejar el hecho de que no va a venir nunca más».
«Somos como una familia», dice Henrietta Fashinski, que lucha con el hebreo, pero no deja ninguna duda en cuanto a lo que quiere decir. «Esto no está bien, y no veo por qué tiene que ser de esta manera.»
El CEO de Sodastream, Daniel Birnbaum en la línea de montaje (Foto: Gadi Kabalo)
Ali Jafar, que ha estado trabajando en la fábrica durante los últimos dos años y medio, tampoco quiere irse. Jafar, de 39 años, casado y padre de cinco hijos, vive en la aldea Sawahrah-a-Sharqiyah de la Margen Occidental cerca de Maale Adumim. Dirige una de las líneas de montaje de la fábrica, y es responsable de 50 empleados – entre los cuales están las mujeres que lo homenajean. Su visa de trabajo israelí es válida hasta mayo de 2016, pero es uno de los 74 trabajadores palestinos que, independientemente de lo que digan sus visados, se espera que salgan de la fábrica el 29 de febrero.
Jafar sabe que sus empleados realmente quieren decir lo que escribieron, pero también sabe que lo que determinará su destino no es lo que está escrito en los carteles que cuelgan en la fábrica, sino lo que está escrito en la carta que Daniel Birnbaum, CEO de Sodastream, fue obligado a firmar: Se comprometió a no pedir otra extensión de las visas de estos 74 empleados. La carta fue enviada el 28 de diciembre de 2015 a Edna Sari, subdirectora del Departamento de Pagos de la Administración de Pasos de Frontera, Población y Oficina de Inmigración en Petah Tikva.
¿Y por qué la firmaste? Le pregunté a Birnbaum, quien responde: «Porque esa fue su condición para permitir que los empleados siguieran trabajando hasta el fin de febrero, en lugar del fin de diciembre.»
Carbonatada pero saludable
Un camino pavimentado en las verdes colinas, cubierto con la floración de la primavera que llegó temprano para el norte del Neguev, conduce a una enorme fábrica que Sodastream construyó en la zona industrial Idan Negev; es la zona industrial conjunta para la ciudad beduina de Rahat, la ciudad comunal de Lehavim y el Consejo Regional Bnei Shimon.
Es un recinto de cuatro edificios industriales que no pueden dejar de verse en la carretera que conduce a Beer Sheva, con azulejos de color verde oscuro y una franja roja a lo largo de las paredes. Dentro de la planta, que todavía está en construcción, hay un paso elevado para vehículos y montacargas, y por debajo un camino subterráneo, que se asemeja a un centro comercial peatonal, para los 1.150 trabajadores que trabajan allí. Al mediodía, pueden verse ahí a los trabajadores tomando un poco de sol, no muy lejos de la estatua de mármol que fue traída de la antigua fábrica en Mishor Adumim, en la que una inscripción dice, «Convertirán sus espadas en rejas de arado». En el último Tu Bishvat se plantaron árboles allí. «Puede que no hayan cantado ‘Aquí Van los Sembradores'», dice el director de las fábricas, Yaniv Abuhatzira, de 41 años, cuarta generación de Jerusalén por parte de su madre, «pero esto es algo que hicieron, todos juntos».
Juntos también están fabricando Sodastream, los refrescos caseros, que en 2003 celebró su 100º aniversario. Comenzó en Londres como un producto prestigioso preferido por las clases altas, incluyendo la familia real. Cincuenta años más tarde, a mediados de la década de 1960, se convirtió en un artículo popular para las masas y se vendía en otros países, como los EE.UU. y otros países europeos.
Sodastream llegó a Israel en 1978, y en 2006 fue adquirido de sus propietarios británicos por $6 millones con la ayuda de un fondo privado propiedad de Yuval Cohen. Después de hecho el trato, Cohen le pidió a Daniel Birnbaum, entonces CEO de Nike Israel, que dirigiera la empresa y la revolucionara. El producto fue presentado como un producto ecológico que es saludable para su bebedor y el medio ambiente, a diferencia de otras bebidas no alcohólicas.
En 2010, bajo la dirección de Birnbaum, quien burbujeante y lleno de energía, no es muy diferente del propio producto, la compañía israelí salió a bolsa en el Nasdaq y fue valorada en $335 millones. En 2011, el producto israelí se comercializaba en todo el mundo, pasando de 13 a 42 países con diez millones de clientes y un valor de mercado que alcanzó $1 mil millones. La mayor parte de la producción se hacía en la zona industrial de Mishor Adumim que se encuentra al este de Jerusalén, en una fábrica previamente utilizada por las Industrias Militares de Israel para fabricar detonadores para proyectiles. «Transformarán sus espadas en rejas de arado» era el lema que adoptó Birnbaum.
Bajo su liderazgo, la compañía comenzó a reclutar trabajadores palestinos. En esa época, trabajaban casi 2.500 empleados para la compañía, 1.300 de ellos en Mishor Adumim, con casi 600 palestinos de la Margen Occidental. Ali Jafar, de Sawahrah-a-Sharqiyah, pensó que era afortunado de haber encontrado «un gran trabajo».
«Éramos una isla de paz», dice Birnbaum, que fue el primero en contratar trabajadores árabes palestinos e israelíes para una fábrica. «Fuimos el mayor empleador de palestinos en la Margen Occidental. Los trabajadores llegaban a nuestra empresa en medios de transporte organizados desde Jerusalén oriental, Ramallah, Hebrón, Jericó y Nablus. Recibían los mismos salarios, condiciones y beneficios que los demás trabajadores, incluyendo seguro médico para los empleados y sus familias. Proporcionábamos sustento a cerca de 6.000 personas – los empleados y sus familias».
El objetivo principal para el odio
Fue, dice, mucho antes de que el BDS fuera noticia en Israel, «pero nosotros ya estábamos recibiendo golpes de los boicoteadores. Libramos, sin ninguna ayuda, la guerra de Israel contra el boicot que crecía y se extendía. Entonces, y ahora, no es una lucha política contra la ocupación, es puro antisemitismo, disfrazado de ideología. Era una expresión de odio que no tenía nada que ver con la preocupación por los palestinos o el futuro de la Margen Occidental. Era el odio del que éramos el principal objetivo – el círculo amarillo en el dentro del blanco».
«Éramos su objetivo incluso en 2007», escribió Birnbaum en un documento al Congreso de EEUU hace dos años, «y se agravó a lo largo de los años. Nuestra rápida expansión, de 13 países en 2007 a 45 países en 2011, el rápido aumento de los ingresos de $90 millones en 2006 a $547 millones en 2013, impulsaron las falsas afirmaciones acerca de ‘ganancias del ocupante'».
La nueva fábrica Sodastream en el Negev (Foto: AP)
«Aunque no existe una regulación clara en contra de las importaciones procedentes de la Margen Occidental, los tribunales y reguladores en Europa han determinado que nuestra actividad es contraria al derecho internacional, y el 4 de julio de 2014, 17 países publicaron una declaración en contra del comercio de productos de la Margen Occidental. Argumentaron que dicho comercio involucra riesgos legales y económicos.
«El mensaje se ha extendido por todo el mundo, incluso hasta tan lejos como Japón y Nueva Zelanda, así como aquí en los Estados Unidos. La retórica de odio ha evolucionado a partir de incidentes esporádicos de algunos activistas y grupos marginales a algo más importante, no sólo entre nuestros clientes minoristas. Percibimos un notable incremento de la actividad también en la comunidad bancaria y de inversión… incluso en la aplicación de la ley, entre celebridades y líderes de negocios, y desde luego en los campus universitarios y en las calles de nuestras ciudades, incluso aquí en los Estados Unidos.
[La línea de montaje Sodastream (Foto: Haim Horenstein)
«El modus operandi de BDS contra Sodastream ha sido bastante simple. Los activistas llegan a los ejecutivos de alto rango de nuestros clientes al por menor con una carta o una solicitud para una reunión. El mensajero proporcionará la así llamada documentación y las pruebas de la ‘ilegalidad’ de Sodastream, a menudo citando afirmaciones falsas. A menudo, el acercamiento a un minorista es acompañado de un medio de comunicación social, o de bombardeos de cartas escritas por activistas del BDS. En muchos casos, estos activistas también hacen piquete afuera de estas tiendas al por menor y entran a las tiendas causando estragos, vandalizando repetidamente nuestros productos y tirándolos al suelo, gritando e intimidando a los compradores. En muchas ocasiones, nuestros productos han sido dañados o les han superpuesto etiquetas con imágenes grotescas acusando a Sodastream de crímenes de guerra tales como limpieza étnica
«De especial importancia es el caso de la protesta violenta contra una tienda de concepto medio ambiental total en Brighton, RU, que fue blanco de activistas del BDS, dos veces por semana, durante más de dos años. Durante este período, la policía realizó numerosos arrestos, los medios de comunicación proporcionaron una amplia cobertura, y miembros del Parlamento británico, específicamente la representante del Partido Verde Caroline Lucas, apoyó literalmente los ataques violentos contra Sodastream. En ocasión de la clausura definitiva de esta tienda el 29 de junio de 2014, nuestra oficina del RU en Cambridge fue tomada por activistas hooligan con granadas de humo en lo que parecía una reminiscencia de un ataque terrorista. En algunos casos, el minorista sólo quiere salir de este conflicto y volver a su actividad habitual y pide poner fin a sus relaciones comerciales con Sodastream».
[Trabajadores palestinos en la antigua fábrica Sodastream en Mishor Adumim (Foto: Gil Yohanan)
Según él, Sodastream se ha abstenido de actuar contra estos ataques, con una excepción en la cual interpuso una demanda por difamación contra el BDS en Francia. «Sucedió después de difamaciones que habíamos absorbido, incluyendo afirmaciones de que sacrificamos niños palestinos», dice Birnbaum. «Por ejemplo, publicaron una imagen de una botella de refresco cubierta de sangre, y un titular que decía, ‘un producto equivale a la masacre de una familia’. El tribunal aceptó nuestra demanda, falló a nuestro favor y multó a la organización. Esta fue la única vez que la organización fue enjuiciada, pero también fue la única vez que demandamos».
¿Por qué sólo una vez?
«Porque no queremos darles una plataforma. Fue muy difícil luchar contra sus acusaciones contra la ocupación, enfrentar a su circo de mentiras que hacían correr por todas partes, utilizando una terminología horrible de apartheid y ‘masacre’. Convirtieron el arte de mentir en una ciencia».
¿Dónde estaba el Estado de Israel?
«Los que nos ayudaron fueron los embajadores en algunos de esos países».
Birnbaum fue a decirle al Congreso de EEUU que:
«Quizás el impacto más significativo del movimiento de BDS en nuestro negocio provino de los países nórdicos, específicamente de Suecia, donde nuestra penetración en los hogares es la más alta del mundo: Uno de cada cuatro hogares utiliza un dispositivo Sodastream y el conocimiento de nuestra marca supera el 80 por ciento en Suecia… El lavado de cerebro de la máquina de propaganda del BDS fue tan eficaz en Suecia que un diálogo era inútil. Después de una intensa presión de los medios de comunicación nórdicos, y de que los minoristas nos suplicaron que los aliviáramos de la creciente presión política y nos amenazaron con cesar todos los negocios, en el año 2011 acordamos que la fuente de todos los productos para los mercados nórdicos sería de fábricas fuera de la Margen Occidental. Como consecuencia de ello, comenzamos el abastecimiento de productos desde China – la «madre de los derechos humanos»… La ironía de esto es que si hubiéramos podido originar el producto para los países nórdicos de nuestra fábrica de Mishor Adumim, podríamos haber empleado aproximadamente 150 personas adicionales y, al hacerlo, sostenido a cerca de 1.500 palestinos adicionales.
[Scarlett Johansson en un comercial Sodastream (Foto: AP)]
«Scarlett Johansson, que apareció en nuestro anuncio del Super Bowl de 2014, fue víctima de intimidación pública por Oxfam, a quien representó en todo el mundo durante casi una década… Un comentario interesante en torno a esta debacle provino del Ministro de Trabajo de Canadá, Jason Kenney… quien dijo en una entrevista de TV después de una visita a Israel: ‘yo no sabía que Oxfam estaba involucrado en una política loca como esta… pensé que iban a ayudar a los pobres, no marginar a israelíes y desemplear a palestinos’».
¿Qué van a hacer crecer en esta tierra?
Cuando se le pide a Birnbaum que estime el daño económico causado a la empresa por los BDS, dice:.. «Es difícil determinar su efecto directo. Obviamente BDS hace mucho daño. Los activistas del BDS reclaman el crédito por la reciente caída de nuestras ventas, especialmente en los Estados Unidos; la fuerte caída de nuestra acción de $75 a $20; y, finalmente, nuestra decisión de mudar nuestra principal fábrica de la Margen Occidental al Neguev, aunque es parte de la reorganización de la empresa. No creemos que BDS tuvo un efecto significativo sobre el rendimiento del negocio. Sin embargo, BDS era una molestia constante que requería nuestra atención. Nuestra reputación como individuos y como empresa estaba herida, y por supuesto hubo clientes que decidieron no comprar nuestros productos debido a su propaganda».
¿Puede estimar cuánto tiempo le dedica a tratar con los BDS?
«Hubo momentos en que creo que la mitad de mi tiempo lo dedicaba a este tema. Pero ¿cree que ahora que Sodastream ya no está en la Margen Occidental, BDS ha dejado de perseguirnos? Por supuesto que no. Ahora dicen que robamos recursos naturales de los beduinos, particularmente tierra y agua».
Esta acusación es particularmente absurda, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que el alcalde de Rahat, Talal al-Krenawi, ha hecho continuos esfuerzos para persuadir al gobierno de Israel y a Sodastream para que se construya allí la nueva fábrica. ‘Hoy en día, Sodastream es un símbolo de esperanza y cooperación entre los residentes de todas las regiones’, dice el alcalde.
«No hay disputa, y nunca ha habido una disputa sobre la tierra donde se construyó la fábrica, o acerca del agua o de cualquier otro recurso en la región. BDS perjudicó a palestinos cuando nuestra fábrica estaba en la Margen Occidental y ahora están tratando de hacer lo mismo con los beduinos. Se demuestra una vez más su nivel de cinismo y de odio».
[Ali Jafar (Foto: Haim Horenstein)]
En un momento de la conversación, Birnbaum explota de ira visiblemente». ¿Qué van a hacer crecer en esta tierra?» pregunta. «¿Cómo es que esta tierra fue robada? Las personas que no pueden ni siquiera mostrar que Israel está en un mapa, compran estas mentiras y alinean sus puntos de vista de acuerdo a eso. Hemos estado librando esta guerra durante ocho años, tal vez un poco más que eso, nosotros solos. Una vez al año les doy una conferencia a embajadores de Israel y les explico de que se trata, armándolos en la lucha contra los matones y las señoras de edad avanzada que hacen ruido afuera de nuestras tiendas en el extranjero, llevando la bandera palestina y que nos obliga a despedir a 500 empleados palestinos. El derecho internacional, de paso, requiere que el ocupante dé trabajo a los ocupados, pero lo hicimos porque creemos en la convivencia, la buena voluntad y el compromiso mutuo.
«Explico todo esto a los embajadores israelíes y a cientos de periodistas extranjeros que alojamos en nuestras fábricas. También testifiqué ante al Congreso de EEUU Me gustaría que la Knesset israelí me escuchara como me escucharon allí».
Parte de la familia
Viajó al Congreso de EEUU a sus propias expensas. Antes de salir, consultó con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Dice que nunca volvieron a él. También apeló al Ministro Gilad Erdan, a cargo de la lucha contra el movimiento de boicot. Erdan le devolvió la llamada. «¿Quiere que vaya?» Birnbaum le preguntó a Erdan. «Vaya», dijo el ministro. «¿Y qué quiere que diga allí?» preguntó Birnbaum. «¿Que la contratación de palestinos en Mishor Adumim es un interés israelí?» Erdan estaba a favor de eso, pero Birnbaum utilizó sus propias palabras.
«Estuve de acuerdo en aparecer en cada estación de televisión y explicar nuestra posición, sin condiciones, sin preguntar quién me entrevistaría», dice. «En febrero de 2014, por ejemplo, estaba en la BBC en el RU. ‘¿Cómo se siente como parte de la ocupación?’ me preguntó el entrevistador al inicio de la entrevista. ‘Esto no es un asentamiento’, le expliqué. ‘La fábrica está situada en la Zona C de conformidad con los acuerdos con los palestinos. La verdad puede no ser fácil para muchas personas que oyen, pero incluso George Mitchell, quien dirigió el acuerdo de paz en Irlanda del Norte y fue enviado especial del presidente Obama a Medio Oriente, nos visitó y dijo que esto es un rayo de luz y cooperación en un zona donde hay poca luz’. Llegamos a un acuerdo con el hecho de que estamos solos en esta lucha contra el Movimiento BDS, y que el Estado de Israel no sabe cómo explicarse y tomar ventaja de los activos de medios de comunicación que tiene. Ha dejado de hacerlo una y otra vez».
[Daniel Birnbaum, CEO de Sodastream (Foto: Liran Shemo)]
Y, finalmente, no tuvo más remedio que mudar la fábrica.
«La medida fue parte de todo un plan de reorganización en el negocio después de las dificultades y la disminución de las ventas, que no estuvieron exclusivamente relacionadas con el boicot. Se nos ocurrió un nuevo plan que incluía detener la producción en China, consolidar las otras fábricas dispersas en Kfar Tavor y Ashkelon y concentrar los depósitos en un solo lugar. En Mishor Adumim teníamos 16 hectáreas, aquí tenemos tres veces esa superficie. Pero sí, el boicot tuvo un impacto en la decisión.
«Y entonces se abrió un nuevo frente contra la burocracia israelí. Nos encontramos en una situación absurda en la que luchábamos para mantener a nuestros trabajadores palestinos. No porque eran más baratos – nos costaban igual que cualquier otro trabajador – sino porque eran personas que habían estado trabajando con nosotros desde hacía años, que conocíamos a sus familias, celebrábamos sus cumpleaños juntos y compartíamos sus dolores a través de desastres; eran personas que formaban parte de la familia Sodastream.
«Le dije a Shai Babad, el director general del Ministerio de Finanzas, ‘Esto también tiene valor de RP: mire, Israel también está preocupado por el empleo de palestinos Estas personas serán un puente de esperanza para una vida normal aquí». Dijo ‘Hasbara no es lo mío, manejo las finanzas’».
[La línea de montaje de Sodastream (Foto: Haim Horenstein)]
¿Qué es exactamente lo que pedía?
«Permisos de trabajo para nuestros empleados. Nos dijeron ‘600 es demasiado’. Dijimos, ‘está bien, digamos 350’. Ellos dijeron, ‘350 también es demasiado’. Fuimos directamente al Ministerio de Defensa y les explicamos el asunto, y nos dijeron, ‘Estamos con ustedes, pero la Autoridad de Inmigración pertenece al Ministerio de Finanzas y la decisión, en última instancia, es de ellos’. Finalmente aprobaron 120 permisos de trabajo. Más adelante dijeron, ‘pero tienen que ser casados con hijos’. Y así, después de todas las batallas, que todavía no puedo entender a qué intereses sirven, estuvieron de acuerdo en permitir que 74 palestinos trabajen hasta finales de febrero».
Birnbaum afirma que el Estado de Israel está luchando contra sí mismo. Esa es la impresión que recibió de las batallas que libró: No hay coordinación entre los ministerios, y más de una vez, un ministerio ha actuado en contra de otro.
«Podría haber otras razones para los ataques terroristas que estamos experimentando actualmente, pero la cuestión económica es sin duda uno de los factores más importantes. Las personas no tienen ninguna esperanza. Incluso el jefe de gabinete dijo que apoya el aumento de las cuotas de trabajadores, pero tuvimos que luchar una guerra mundial por cada trabajador, mientras que al mismo tiempo más de 30.000 trabajadores ilegales entran en Israel y el gobierno aprobó visas adicionales para 20.000 trabajadores chinos.
«Me pregunto qué tipo de liderazgo tenemos aquí. Tengo un hijo que es un combatiente en la unidad de fuerzas especiales Egoz, y estoy haciendo todo lo posible para minimizar las posibilidades de un conflicto en la Margen Occidental. Espero que esta intifada no escale aún más. Luché por 74 trabajadores sobre los que estuve obligado a firmar que no pediré extender sus visas, aunque creo que Israel debería tomar unos 100.000 trabajadores palestinos».
‘A mi edad, ¿quién me tomará?’
Birnbaum invirtió $70 millones en la fábrica del Neguev. Es una instalación impresionante, meticulosa, con un importante énfasis puesto en la estética, «de modo que sea agradable trabajar aquí». El complejo incluye una fábrica de metal, una fábrica de plástico, una planta de ensamblaje y un depósito logístico gigante: Todo el proceso de producción, hasta el último tornillo, se encuentra en un solo lugar.
La cubierta del dispositivo, el mecanismo operativo, las botellas (de granos de plástico para botellas de un litro), las etiquetas y el folleto de información son fabricados por 1.150 empleados, 392 de ellos son beduinos.
Nabil Bashrat, de 41 años, casado y con siete hijos del pueblo de Jaba en la región del norte de Samaria, que ha estado trabajando en Sodastream durante seis años, dirige la planta de montaje. «Realmente nos han hecho daño», dice de la transición. «Al final del mes voy a tener que buscar un nuevo trabajo. A mi edad, ¿quién me tomará?»
Hace dos meses, hubo una fiesta de despedida para los trabajadores palestinos. «Todo el mundo lloró,» dice, «realmente lloró. Otras personas no entienden lo que es trabajar aquí. No es sólo un sueldo. Es un hogar».
[Ali Jafar con las mujeres de la fábrica, que sostienen carteles con los nombres de los trabajadores palestinos que tendrán que irse a fines de febrero (Foto: Haim Horenstein)]
Hace dos años, la fábrica recibió el premio presidencial por ser un exportador excepcional. Birnbaum llevó a todo su personal de dirección a la ceremonia en Jerusalén. Antes de llegar, le dijo al personal de seguridad de la residencia del Presidente: «Entiendo que tiene que registrarnos, pero les pido que nos registren a todos – judíos, árabes israelíes, palestinos – exactamente de la misma manera» cuando llegaron a la Residencia del Presidente, los árabes fueron separados de los judíos, puestos en una habitación lateral y registrados sin ropa.
Después de la ceremonia, Birnbaum pidió hablar. «Por favor», le dijo al entonces presidente Peres.
«Es más importante ser un ser humano excepcional que un exportador sobresaliente», dijo Birnbaum. «Es bueno que usted dé premios, pero les enseñamos a nuestros empleados a respetar a todas las personas, y aquí, en este lugar, no fueron respetados. Si usted necesita llevar a cabo controles de seguridad que incluyen registros sin ropa, haga que sea obligatorio para todo el mundo». La Residencia del Presidente quedó estupefacta.
«Esta fábrica», dice Talal al-Krenawi, Alcalde de Rahat. «Un ejemplo de convivencia Ciento cincuenta mujeres beduinas están trabajando allí, algunas de las cuales nunca habían salido de casa antes, y Birnbaum creó un trabajo para madres: Empiezan a las 8 am y vuelven a casa a las 3 pm. Espero que esta fábrica siga creciendo y desarrollándose, porque es nuestra oportunidad – esta fábrica y otras como esta. Esta es también vuestra oportunidad».
Almorzamos en la cafetería de los trabajadores. El CEO se sienta con todo el mundo. Mohammed Barhoum, un ingeniero electrónico de Ein Rafa, estaba comiendo con nosotros. Es un devoto musulmán, reza cinco veces al día, y ha estado trabajando en la fábrica durante siete años. Saca su computadora portátil y me muestra un video que conmemora la fiesta de despedida de los trabajadores palestinos.
«No olvidaremos los días buenos y esperanzadores que hemos tenido con usted», dicen los trabajadores al final del clip. «Esperamos que el problema con los permisos se resuelva, y que permanezcamos juntos – judíos, palestinos, beduinos, drusos, cristianos, inmigrantes recién llegados – en el barco de la paz Sodastream, y que nunca más volvamos a tener que decir adiós».
«Amén», dice Barhoum. «Amén», coincide Jafar Ali.
«Dentro de estos edificios», dice Birnbaum, «estamos creando paz, y mientras hacemos eso también hacemos soda».
Esclarecedor artículo, que muestra la estupidez de Israel en no hacer frente a este acoso internacional de parte de Europa fundamentalmente, teniendo a su disposición la realidad diaria de los hechos concretos, muy diferente de la quieren esparcir los vilipendiadores del Estado de Israel. También debe considerarse que la población árabe-israelí debiera involucrarse en la exposición pública de su situación real y de cómo este tipo de acciones la perjudica. En todo caso debiera exigir de la Unión Europea ó de las ONG que la afectan, que la compensen por los salarios y beneficios sociales que dejan de percibir debido a este acoso internacional a Israel.