[El presidente israelí, Reuven Rivlin (Foto: Gil Yohanan)]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Desde su establecimiento en esta hostil región, Israel ha tenido que restañar el aislamiento geopolítico.
Para compensar este aislamiento, a través de las generaciones, el liderazgo de Israel firmó una serie de alianzas estratégicas con las potencias occidentales. Estas alianzas no sólo garantizaron la supremacía militar de Israel, sino también aseguraron la libre circulación de la cultura, el comercio y la ciencia israelí hacia los países más avanzados del mundo. Estas amistades y alianzas con occidente son una gran parte de la razón por la que Israel es tan fuerte, próspero y avanzado como lo es hoy.
Sin embargo, están los que observan estas fuertes alianzas y anhelan – por una razón u otra – aislar a Israel y debilitar su posición internacional.
El movimiento BDS incluye muchas facciones y porciones, algunas de las cuales no tienen nada que ver entre sí. Lamento decir que algunas partes del BDS, incluso, incluyen facciones que están conectadas a los enemigos del Estado de Israel, y que trabajan para erradicar a Israel como un estado judío. Algunas de ellas son incluso peores, y esconden su antisemitismo llamando a sus acciones «crítica de la política israelí».
Sin embargo, es importante aclarar que no toda crítica a Israel es antisemitismo, y no toda presión internacional sobre Israel es un boicot. La crítica proviene de la preocupación e incluso de la necesidad de mantener a Israel fuerte. Cuando los países amigos nos critican, bastante a menudo encuentro estas críticas injustificadas, pero como un hombre que ama a la Tierra de Israel, no creo que todo el que critique a Israel – por ejemplo, sobre la cuestión de Judea y Samaria – está provocando la deslegitimación de Israel.
El antisemitismo y el anti-israelismo son todo lo opuesto a la crítica – utilizan la crítica con el fin de rechazar el derecho del Estado de Israel a existir y para rechazar el derecho del pueblo judío a tener su propio estado. Lamento decir que ni siquiera occidente es inmune a estas posiciones. La historia demuestra que el oscuro y feo flagelo del antisemitismo puede surgir en cualquier lugar, incluso en los baluartes iluminados de Europa.
El movimiento BDS, como un movimiento que rechaza la existencia de Israel, en múltiples ocasiones ha difundido modernos libelos de sangre. No hace avanzar la paz, sino el odio. Es nuestra responsabilidad desmantelar a esta organización.
El tema del boicot siempre ha sido un tema central en mi trabajo – como Presidente de la Knesset y, por supuesto, como Presidente. Oigo con preocupación acerca del perjuicio, tanto visible como oculto, contra académicos, líderes de asentamientos, atletas e industriales. Al mismo tiempo, me reúno con todos los líderes e intelectuales que conozco, y les subrayo lo peligroso que es el boicot. También subrayo y aclaro – somos una nación familiarizada con debates y discusiones, una nación en la que lidiar con la crítica es una parte central de su existencia. Pero el boicot, por definición, no es parte del debate – silencia el debate.
[«El antisemitismo y el anti-israelismo son lo opuesto a la crítica ‘(Foto: Mark Neiman)]
No permitan que los boicots – como siempre les digo a los líderes mundiales – cambien la animada y abierta discusión. Boicots, violencia e incitación sólo profundizan las divisiones, y no nos llevan más cerca de una solución. Cuando el BDS reina, la crítica se convierte en camuflaje para la deslegitimación de la existencia del Estado de Israel. Estamos poniendo todo nuestro esfuerzo en esta lucha.
BDS no es una amenaza que sólo existe en este momento, y su daño a la economía israelí y la seguridad israelí todavía es marginal. No obstante, no permitiremos que el BDS erosione y denigre la marca israelí o los valores internos de nuestra sociedad.
Una vez que entendamos cómo probarnos esto a nosotros mismos – al mismo tiempo que mantenernos consistentes con nuestros valores e identidad – seremos capaces de probar esto a todo el mundo, y el BDS no existirá más.
Reuben Rivlin es el Presidente de Israel
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