Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Por lo general, un pedazo de vidrio roto que está en el suelo es, en el peor de los casos, antiestética basura, un peligro para los pies descalzos y los animales domésticos. Pero no en Medio Oriente – ahí un pedazo de vidrio roto tiene el poder de arruinar décadas de propaganda política. Es decir, propaganda pro-palestina.
Un ejemplo: el descubrimiento de esta semana de los hornos de vidrio más antiguos del mundo, junto a las vías del tren, a los pies del Monte Carmel, cerca de Haifa.
El Dr. Yael Gorin-Rosen, curador jefe del Departamento de Vidrio de la Autoridad de Antigüedades de Israel, anunció que los excavadores del Monte encontraron pedazos de vidrio roto, que a su vez revelaron hornos de vidrio en toda regla — «un descubrimiento muy importante con implicaciones con respecto a la historia de la industria del vidrio, tanto en Israel como en todo el mundo antiguo».
El profesor Ian Freestone, del University College de Londres, un especialista en la identificación de la composición química del vidrio, declaró que el vidrio del Monte Carmel es «un descubrimiento sensacional». Investigadores del vidrio de todo el mundo están volando a Israel para verlo de primera mano.
¿Por qué tanto alboroto? Pues bien, resulta que hace años, los expertos de historia del vidrio llevaron a cabo análisis químicos de objetos de vidrio que fueron encontrados en naufragios de la época romana en el Mediterráneo. Las pruebas mostraron que el vidrio se originó en el valle de Acre (Akko), en la parte norte de la Tierra de Israel. Pero nadie había localizado los hornos reales en los que se procesaban las materias primas para crear ese vidrio. ¡Hasta ahora!
Ahora, todo esto puede parecer algo bastante aburrido para alguien fuera de un puñado de arqueólogos y sus compañeros de ruta.
Pero, de hecho, esto es una afirmación vívida y poderosa del sionismo y asesta un golpe devastador a la causa árabe palestina.
Para empezar, los hornos revelan –según el Prof. Freestone– que «Israel constituía un centro de producción a escala internacional – de ahí su material de vidrio era distribuido ampliamente por todo el Mediterráneo y Europa».
¿Por qué es tan importante? Porque los arqueólogos han determinado que los hornos tienen unos 1.600 años de antigüedad. Eso significa que estaban en uso alrededor del el año 400 DC, en el último período romano.
Piénsenlo. Los romanos destruyeron el Segundo Templo en el año 70 DC. La rebelión de Bar Kojba fue aplastada en 135 DC. Se estima que 600.000 judíos fueron asesinados. Más de 1.000 ciudades y pueblos judíos fueron destruidos. La creencia popular es que esta catástrofe de asesinato, desplazamiento y exilio significó el fin de toda sociedad judía significativa en la Tierra de Israel.
¡No tan rápido! Evidentemente no era una cuestión simple romper los lazos que unían al pueblo judío a la Tierra de Israel. Porque, como demuestran los descubrimientos de vidrio, dentro de un período relativamente corto de tiempo, la comunidad judía en la Tierra de Israel servía (entre otras cosas) como un centro de producción de vidrio que exportaba sus productos a todo el Imperio Romano.
Nota: no hubo ningún centro «palestino» de producción de vidrio en el país en el siglo IV DC porque ni siquiera había musulmanes en el país. En realidad, no había musulmanes en ningún lugar. El Islam no fue fundado hasta el siglo VII DC.
Y resulta que gran parte de lo que los historiadores del vidrio saben sobre el vidrio romano se basa en un decreto del siglo IV (DC) de un temprano emperador romano llamado Diocleciano. Su edicto, tallado en tablas de piedra, establece los precios de los dos tipos de vidrio utilizados en el imperio. Un tipo se denominaba «Vidrio Alejandrino», porque se originaba en la ciudad egipcia de Alejandría. El otro era el «vidrio de Judea».
No «vidrio palestino». Vidrio de Judea. Porque todo el mundo sabía que el nombre de la región era Judea. Así la denominaba la Biblia. Así es como la denominaron los historiadores desde hace más de 2.000 años. Aunque los romanos trataron de cambiar el nombre de toda la zona a Palestina para castigar a los autóctonos judíos por rebelarse.
Los propagandistas árabes palestinos contemporáneos han tratado de enterrar el nombre de «Judea». Prefieren el desjudeizado término «Margen Occidental». Pero hasta hace unas décadas, nadie había oído hablar de, y mucho menos utilizaba, la frase «Margen Occidental». ¿Saben por qué? Porque no tiene ninguna base histórica, ninguna base legal, y ninguna base geográfica real – ya que la mayor parte está a kilómetros de distancia de la margen occidental del río Jordán.
Hace sólo unas semanas, arqueólogos israelíes descubrieron dos sellos que fueron utilizados para sellar documentos en los siglos VIIº u VIIIº AC., es decir, hace unos 2.700 años. La escritura en ellos era hebrea, no árabe. Uno llevaba nombre de un hombre, «Sa’adyahu ben Shebnayahu»; el otro llevaba nombre de una mujer: «Elihanah bat Goel» (o Gael). Los arqueólogos señalaron que la construcción de los nombres era «a la manera típica de Judea durante ese período de tiempo».
Ahí está otra vez: Judea. No «Palestina».
Estoy ansioso por ver los sellos Sa’adyahu ben Shebnayahu y Elihanah bat Goel cuando sean exhibidos. Y espero ver el vidrio del Monte Carmel, cuando se exhiba en la Escuela Secundaria Carmel Zvulun Regional High a finales de este año.
Sí, ya sé que es sólo un pedazo de vidrio roto. Pero en realidad, es mucho más.
**Stephen M. Flatow, un abogado de Nueva Jersey, es el padre de Alisa Flatow, que fue asesinada en 1995 en un ataque terrorista palestino patrocinado por Irán.
http://www.israelnationalnews.com/Articles/Article.aspx/18707#.Vw6VbfmLTGJ
¿Es una broma? ¿Hace falta decir eso? Por favor todos sabemos que hace dos mil años en Israel vivió el «rey de los judíos», Cristo el hijo de Dios, nuestro señor, crucificado por los malvados judíos. Se ha repetido incansablemente por dos mil años. ¿O fueron los malvados palestinos? Lamentablemente toda la serie de patrañas palestinas están fabricadas para el consumo de un mercado que no va a oír, ni entender razones. La gente progresista, sensible y buena solo entiende el mundo de los «malos» donde se alinea Estados Unidos, la industria malvada, lo que sea que eso signifique, los intereses inconfesables ¿? y claro Israel. En el otro lado, los buenos son las victimas. Todos los pobres del mundo que son buenos, por que son pobres. Y están dispuestos perdonarles sus misoginia a comprender sus actos terroristas como «desesperación». Al publico medianamente informado, los hallazgos arqueológicos nos fascinan, la biblia nos trae imágenes evocadoras, nos inspira en la vida diaria. Israel es el pueblo que lucha contra la adversidad. Nuestro ejemplo. Pero lo peligroso de la diatriba palestina y la prensa progresista, su caja de resonancia, es que impregna a las almas de sus niños musulmanes con una cantaleta constante y continua que contribuye a crear una obsesión criminal a sacrificarse en un atentado terrorista como máxima expresión de amor a su pueblo. Claro esto financiado por capitales de Qatar, Irán y Arabia Saudita, entre otros y que por cierto no dejan de hacer negocios con Israel.