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| martes diciembre 24, 2024

Los responsables del BDS en España


Los responsables del boicot y hostigamiento al cantante Matisyahu en el verano del 2015 se sientan en el banquillo imputados por incitar al odio y la discriminación al artista.
El juzgado de Instrucción nº 19 de Valencia admite a trámite la querella presentada contra líderes del movimiento BDS por abogados defensores de los Derechos Humanos y la lucha contra el antisemitismo.
Los imputados de este movimiento próximo a Podemos se enfrentan a penas de cárcel de hasta cuatro años.
 En el verano del año 2015 España sufrió un incidente antisemita que fue noticia en la prensa nacional y en los medios de todo el mundo: el movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel) intentó forzar que los organizadores del Festival de música Rototom de Benicassim cancelaran la invitación al cantante Matisyahu. El motivo fue su condición de judío y el BDS intenta impedir que un judío de cualquier nacionalidad (Matisyahu no es israelí, sino estadounidense) apoye al Estado de Israel, el Estado Judío.
Tras fracasar en la presión directa a los organizadores, los responsables de este movimiento organizaron una campaña de acoso e intimidación en redes sociales que, mientras insultaba y denigraba al artista, exigía su expulsión del Festival.
En un principio, la organización cedió y pidió al cantante que denunciara públicamente a Israel. Matisyahu fue el único cantante al que se requirió que fijara abiertamente su posición política para actuar.  A ningún otro invitado se le hizo declarar sobre ningún otro asunto, ni explicar sus opiniones. El cantante judío se negó a ser discriminado y canceló su actuación.
La opinión pública, los medios y partidos políticos democráticos reaccionaron al evidente agravio y, ante el clamor, los organizadores rectificaron, volviendo a extender la invitación a Matisyahu.
El cantante actuó finalmente entre enormes medidas de seguridad, con incidentes durante todo su concierto y en un ambiente de máxima hostilidad orquestado por el movimiento BDS.
En el concierto se encontraba presente el entonces dirigente de Podemos, Juan Carlos Monedero, cuyo partido apoya más estrechamente a esos grupos antijudíos, y que fue testigo de excepción de estos incidentes cuidadosamente organizados.
Según el testimonio del propio artista en los medios de comunicación, se sintió amenazado durante el espectáculo y tuvo que esquivar el lanzamiento de botellas.
Hace unos meses Matisyahu lanzaba mundialmente una nueva canción titulada “Esquivando balas” (“Dodging Bullets” en inglés), en la que equipara metafóricamente la ofensiva llevada a cabo por los imputados al disparo de balas, de las que se tuvo que proteger.
El movimiento BDS lleva a cabo medidas de guerra económica contra Israel coordinadas a nivel internacional, promoviendo el boicot contra sus ciudadanos, sus empresas, sus artistas y universidades, y contra todo aquel al que consideren cercano a Israel.
Según el Presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell, «con este deplorable episodio el BDS se quitó la careta: su objetivo no es una solución de dos estados. Ni el bienestar de los palestinos. El objetivo real es denegar al pueblo judío, y sólo a éste, el derecho a vivir en paz y seguridad en su propia vibrante democracia. Los activistas de ese movimiento, como todos los antisemitas, prefieren condenar a los judíos al papel de víctimas indefensas. Y si la destrucción de Israel es el objetivo, la criminalización de las personas que lo apoyan es el medio, excluyéndolas de la vida ciudadana, política y económica en cada uno de su países, hasta la expulsión… a ninguna parte, pues el movimiento BDS tampoco reconoce el derecho del Estado Judío a existir”.
“Los militantes del BDS”, para Hatchwell, “están acostumbrados a que sus fines racistas y la violencia de sus métodos queden impunes. A que no haya consecuencias para acciones que, ejercidas contra cualquier otra minoría étnica o religiosa, resultarían escandalosas y punibles. Es un signo de madurez democrática que la sociedad civil recurra al estado de derecho para protegerse de matonismo y cobardes abusos que cruzan de la virtualidad de las redes sociales al mundo real”.
Los abogados del «Comité Legal para la Lucha contra la Discriminación», convencidos de la necesidad de acabar con la impunidad de actos delictivos de esta índole, han denunciado a los líderes de los llamados BDS País Valenciá y BDS Catalunya, cuya identidad real lograron descubrir, pese a que se ocultaban tras seudónimos en Twitter.
Nueve responsables de este movimiento han sido denunciados y el magistrado del Juzgado de Instrucción nº 19 de Valencia ha aceptado a trámite la querella ante la gravedad de los hechos y las documentadísimas pruebas aportadas. Sus nombres son, entre  otros, Jorge Ramos Tolosa, Blanca Casterà Molada, Carlos Marcos Pita, Irene Esteban Molina, Inmaculada Milán Giner, Bernat Sorinas Giménez, Jorge Sánchez Jiménez y Pau Fabregat Bernal.
El movimiento BDS tiene una larga historia de enfrentamientos con la Justicia. En el último año, hasta diez juzgados diferentes de toda España han declarado nulas sus mociones de boicot antisemita aprobadas en ayuntamientos españoles siguiendo su iniciativa. Pero hasta ahora no ha habido consecuencias penales para actos deplorables de este tipo.
“Estamos convencidos”, señala  David Hatchwell, “de que habrá un antes y un después tras este caso que evidencia que las campañas promovidas contra el Estado Judío por estos grupos violentos son una mal disimulada forma de antisemitismo, por lo que debe tener consecuencias penales para sus instigadores”.
Comunidad Judía de Madrid
 
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