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| viernes marzo 29, 2024

Gabriel Ben Tasgal: «Yo solo pretendo ser un buen judío»


La Cadena Judía de Información Vis á Vis entrevistó en exclusiva a Gabriel Ben Tasgal, director del medio digital Hatzad Hasheni y uno de los mayores expertos en terrorismo yihadista y en Oriente Medio. Actualmente está en Buenos Aires, en donde ofrecerá charlas en estos tres días; es argentino de nacimiento, israelí y viaja casi permanentemente ofreciendo conferencias y, sobre todo, dando cursos al más alto nivel.

– ¿Cómo se refutan argumentos antisemitas y antisionistas?

Ante todo, a un antisemita no se le refuta nada, se le dice a las personas que lo están escuchando “¿cómo es posible que se exprese así sin ser denunciado? Porque si en algún lugar como una universidad, por ejemplo, se hablase mal y denostasen a los homosexuales o a los negros, todos saltaríamos a recriminárselo, pero cuando se denostó a un judío o surge una manifestación antisemita parecería algo normal. A un antisemita no hay que responderle. Hay que pedirle a la sociedad que lo denuncie.

– Ahora, si una persona te dice “yo no soy antisemita, soy anti sionista…”

Hay que entender algo. Hay tres formas que el antisemitismo ha mutado. En el pasado el antisemita decía que los judíos mataban a niños para ser matzá; ahora tiene tres manifestaciones. La primera: se llama los protocolos de los sabios de Sion, los judíos dominan el mundo, están detrás de todas las revoluciones; la segunda: soy antisionista, no antisemita; y la tercera: la negación del Holocausto.

– Pero si vos decís que sos antisionista tenés un problema, “el sionismo es el nacionalismo judío”…

Si no te molesta el nacionalismo argentino, el uruguayo, el paraguayo, y sólo te molesta u odiás el nacionalismo judío, y el 95% de los judíos del mundo son nacionalistas, sos antisemita por más que quieras edulcorarte diciendo que eres antisionista.

– Sabiendo que el fundamentalismo islámico se transformó decididamente en un conflicto religioso, ¿es difícil la resolución del conflicto?

Sí, es muy difícil y depende del agresor. Depende de los israelíes en la medida que nosotros sabemos que la tierra es menos importante que la vida, pero no depende de nosotros y lo más importante es lo que piensa el agresor. En este caso es el radicalismo islámico que agrede al islam moderado, a los cristianos y también a los judíos. Para que el conflicto se tranquilice se debe moderar el radicalismo islámico, y yo creo que se va a moderar.

– Un dirigente del Centro Wiesenthal dijo a mediados del año pasado que el ISIS hizo pie en la Argentina, ¿es así?

¿Qué es hacer pie? ISIS no es un estado, ahora probablemente pierda todo el terreno que dominaba. La idea del Califato fracasó y va a caer en menos de un año. Van a caer Mosul y Raqa. Lo que pasa es que ISIS es una idea y la forma de actuar es auto adoctrinamiento; a través de internet y puede ser que haya gente que se esté auto adoctrinando bajo las mismas ideas del ISIS, AL Qaeda o Hamas, que son muy parecidas. Si cuando uno dice “hace pie”, ¿es una organización de células organizadas? Eso es menos probable. En Sudamérica nos tenemos que preocupar más por el terrorismo Chiita, estamos hablando de Irán, Hezbollah y de atentados que ya se produjeron. Hubo un solo hecho conocido hasta ahora en esta región que es el de Paysandú, pero fue obra de un lunático (fue apuñalado un comerciante judío). Para que quede claro, ideológicamente sí puede decirse que hizo pie, organizativamente es mucho más difícil que lo haga.

– ¿Se puede pensar en un tercer atentado en la Argentina?

Si hubo dos, ¿por qué no?  Cuando se pregunta quién mató a Nisman, hay dos respuestas: ¿Quién querría hacerlo y quien tiene la capacidad de hacerlo? Si Irán quiere, ¿puede cometer un atentado en la Argentina? La respuesta es sí, este es el país de la impunidad; en cualquier parte del mundo un atentado terrorista se resuelve a las pocas horas quién fue y de qué manera se hizo. Acá todavía hay planteos de si fue un atentado y quién lo hizo, cuando el modus operandi es evidente que era Hezbollah. Entonces, ¿se puede? Claro que sí.

– ¿Cómo se vivió y se vive en Israel la muerte de Nisman?

Para la mayoría de los israelíes que entienden del tema es evidente que fue un asesinato. El que lo conoció a Nisman sabe la alegría de vivir que tenía. Es ridículo, como dice Víctor Hugo Morales, decir que se suicidó. Para los israelíes que estamos cerca de Argentina no nos sorprende que haya sucedido algo así, lo que sí sorprende es que él creía que si lo mataban no iba a cambiar nada porque las pruebas eran tan contundentes que nada se iba a modificar.

– ¿Creés que uno de los problemas de Israel es la comunicación? ¿Los medios?

Hay dos problemas: el primero es que tenemos acceso a un montón de información y de inmediato; el doctor Google te soluciona casi todos los problemas. La contracara de esto es que hay mucha basura en la información. La misión es seleccionar entre basura y buena información. Y el otro tema no sólo tiene que ver con Israel sino con el mundo. Hay una escuela narrativista, la verdad no importa, lo que importa es lo que yo pienso que es la verdad. Entonces cuando todo vale aparecen los charlatanes de las universidades. Hay muchos ejemplos, un estudiante de argentina presentó una tesis y la profesora le puso un 10, y la tesis decía que no había conexión entre el pueblo judío y el Rey David. Es una barbaridad histórica en todo sentido y que alguien le haya puesto un 10 a esa basura con el argumento de que se basó en un historiador judío. Y acaso, ¿no hay judíos imbéciles también? Es algo que se puede contrarrestar en dos segundos. Por ejemplo, se descubrieron los azulejos del Templo de Jerusalén donde dice que estás entrando al templo de Jerusalén, que es solo para judíos. Está escrito en las piedras. Pero al charlatán esto no le importa. Vive de esto, de la charlatanería. Es complicado, cuando las universidades están tan infectadas de charlatanes, poder encontrar la verdad. ¿Qué pasa en Israel? Muchos israelíes piensan que todos los cristianos nos odian, entonces no vale la pena invertir en ellos, cosa que está mal y es mentira. Los cristianos cada vez entienden más a Israel y entienden que cada vez son ellos los que están en peligro. ¿Cómo están los medios con Israel? A nivel gobierno estamos muy bien, a nivel opinión pública no estamos bien porque los medios de comunicación son los que nutren a esa gente. Según el país, antes en España estábamos muy mal y ahora no tanto y en Argentina algunos medios están más balanceados. Con respecto al país estamos sí muy mal, años de dejadez, un ministro de exteriores en la época de Shimon Peres que decía que no valía la pena hacer “Hasbará” (explicar) porque cuando tienes razón no hay que explicar nada. Algo muy primitivo. Israelíes que dicen prefiero gastar dinero en un nuevo tanque que invertir en medios de comunicación. No estamos bien. ¿Cuál es el mayor hecho de “Hasbará” que se hizo hasta ahora? Las torres gemelas, y no lo hicimos nosotros. En síntesis, no es buena la situación, pero no es verdad que los cristianos nos odian, no es verdad que todo el mundo es antisemita ni es verdad que la imagen de Israel es negativa. La gente sabe que Israel es “La Meca” de los inventos, que es el país más desarrollado tecnológicamente en el mundo.

– ¿Qué pensás de la inserción de dirigentes de la comunidad judía en la política nacional?

Es un hecho y hay que aceptarlo. La ventaja que tiene el pueblo judío es que siempre supimos leer y escribir y también por estructura discutimos. Es lo normal y lógico que el judío se dedique a la vida pública. Está bien. Pertenecen a los dos pueblos, al argentino y al judío. Y dio y da su aporte a los dos pueblos y es importante que lo siga haciendo. La misión en la tierra del Judío es hacer Tikun Olam (mejorar el país) y. si es a través de la política, por supuesto que sí. De la única manera que pueda hacer más daño que beneficio es si se infecta de la corrupción política.

– ¿Una definición de Hatzad Hasheni y de usted?

Yo pretendo ser un buen judío. Un buen judío que está orgulloso de pertenecer al pueblo judío, orgulloso del país que hemos desarrollado en 70 años y no permitir que cualquier don nadie te insulte porque hace 23 siglos que lo vienen haciendo. Te doy un último ejemplo: en Venezuela un periodista me dice en forma agresiva “la gente no entiende que los judíos se merecen un Estado a lo que respondí “¿qué te hace pensar que yo, que pertenezco a un país que tiene 3200 años de historia, le tengo que contestar a un venezolano que acaba de nacer? Que me lo venga a preguntar un japonés o un chino, no tú. ¿Qué es lo que hacemos nosotros? Recordarles a los judíos que deben estar orgullosos de ser judíos.

 
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