Hace unos meses, la Municipalidad de Valdivia adoptó una resolución por las cual le pedía al Presidente de Chile revisar los acuerdos de cooperación entre los ejércitos de Israel y Chile, expulsar al embajador israelí en dicho país, abstenerse de contratar a empresas israelíes y, además, declaraba a Valdivia primera municipalidad chilena “libre de Apartheid Israelí”. Las razones para tal medida son irrelevantes y surrealistas. Considerar a Israel un Estado Apartheid es propio de una mente perturbada. Debe quedar claro, no se debe racionalizar los argumentos de un antisemita. El antisemita no opina. El antisemita odia. Y en Valdivia, ésta municipalidad adoptó una medida discriminatoria contra Israel y los israelíes. Da la casualidad que odiar al estado cuna nacional del pueblo judío tiene nombre propio: Se conoce como Judeofobia o Antisemitismo.
La Comunidad Judía de Chile (CJCH), a través del abogado Cristóbal Osorio, elevó una demanda contra el proceder de la Municipalidad (otros tres demandantes actuaron en paralelo – Gabriel Colodro y Hernán López Valencia, entre ellos) y en un fallo que sienta jurisprudencia, el Contralor General de la República Jorge Bermúdez Soto le informa al Alcalde de la Municipalidad de Valdivia que:
- La Municipalidad de Valdivia se tomó atribuciones que están más allá de lo establecido por la Ley Orgánica Constitución de Municipalidades, violando el principio de juridicidad. La Municipalidad no tiene ninguna autoridad para emitir una declaración que inste al Presidente de Chile a revisar los acuerdos de cooperación entre los ejércitos de Israel y Chile, expulsar al embajador israelí en dicho país y abstenerse de contratar a empresas israelíes.
- La Ley Orgánica Constitución de Municipalidades establece que no puede haber discriminación a la hora de llamar a una licitación. Más aun, “la ley N° 19.880 consagra en su artículo 11 el principio de imparcialidad que obliga a la Administración a actuar con objetividad, sin preferencia o animadversión con ningún interesado”. Y para rematar, “La ley N° 20.609 que establece medidas contra la discriminación, prohíbe la discriminación arbitraria que se sustente en consideraciones como la nacionalidad y que cause una privación, perturbación o amenaza del ejercicio de los derechos fundamentales garantizados en los cuerpos normativos”. La adopción de la resolución BDS de Valdivia discrimina al Estado de Israel por el simple hecho de la procedencia del ciudadano y eso es un acto que solamente pueden hacer los diputados en leyes primarias, solamente en base a una razón constitucional legítima. En otras palabras, odiar y fomentar la discriminación es un poder que solo poseen los parlamentos o el ejecutivo y lo pueden hacer en el marco de una razón constitucional. La Municipalidad de Valdivia no tiene el poder de fomentar el odio, ni discriminar… esto es ilegal y anti-constitucional.
A la luz de lo señalado, el fiscal sentencia que “En mérito de lo expuesto, esta Contraloría General debe concluir que la Municipalidad de Valdivia no se ha ajustado a derecho al adoptar el acuerdo N° 277, de 2018 y dictar el decreto alcaldicio N° 5.106, de la misma anualidad”.
El proceso en Chile sienta precedente porque establece claramente dos premisas. La primera, que una municipalidad no tiene la autoridad de un Presidente o de un Ministerio de Exteriores para fijar políticas internacionales. Segundo y más importante, discriminar a un ser humano o empresa en base a su nacionalidad es ilegal y anticonstitucional. Si el parlamento en Chile (quizás lo haga en un futuro) desea discriminar en base al origen étnico-nacional de una persona o empresa, lo puede hacer (y de esta forma estaría colocando a Chile entre los países más nefastos sobre la capa de la tierra) pero, antes de hacerlo, debería modificar su constitución para permitir, desde arriba, “legalizar el racismo y la discriminación”. Por el momento, la Cámara de Diputados de Chile “aconseja” al Presidente proceder discriminando y de forma racista (por ejemplo, la decisión de la Cámara de Diputados de Chile del 27/11/2018, con 99 votos a favor, 7 en contra y 31 abstenciones, del Proyecto de Resolución que solicita al Ministerio de Relaciones Exteriores estudiar mecanismos que permitan prohibir el ingreso a Chile de productos manufacturados y provenientes de asentamientos israelíes).
Se trata de un enorme logro para la Comunidad Judía de Chile, Presidida por Shay Agosín Weisz y su equipo y bajo la dirección ejecutiva de Marcelo Issacson Jusid. Varias cosas podemos aprender de lo ocurrido en Chile:
- El combate legal es indispensable para defender no solamente a las comunidades judías en el mundo sino también su identificación y orgullo que sienten hacia el Estado de Israel.
- Si, debemos derrotar a los “hijos de la oscuridad” ante todo en el campo de las ideas. Como el que odia no argumenta sino que simplemente odia (y decora su odio con argumentos que a veces suenan racionales y hasta legítimos), el paso siguiente es derrotarlos en el terreno legal. Por supuesto, contamos con otros pasos también.
- El éxito logrado en Chile debe ser exportado hacia otros países. Las comunidades palestinas en América Latina están sufriendo un (lento o veloz) proceso de “Chilenización”. Son comunidades esencialmente cristianas que comienzan a manifestarse defendiendo las posturas del islamista Hamás. Comunidades pacíficas que tenían amigables lazos con los judíos locales, dan muestras de una radicalización como la que notamos desde hace tiempo en la Federación Palestina de Chile.
- Es importante multiplicar la cantidad de sentencias como la que leímos en Valdivia para asentar una jurisprudencia irrefutable.
- La Municipalidad de Valdivia ha argumentado que lo suyo es una simple medida declarativa. Lo mismo suelen hacer los municipios gobernados por Podemos o la CUP en España. Cercenar medidas antisemitas (BDS) en su etapa declarativa evita que los judeófobos se envalentonen hasta el punto de traducir palabras en acciones.
- El paso siguiente será – cuando sea posible – demandar personalmente a quienes fomentan el odio y la discriminación. Si un israelí o un judío se ha visto afectado por un acto de discriminación, el generador de odio no pude quedar impune. Si Di-s quiere, en breve, constataremos cómo los instigadores al odio deberán pagar en metálico por su acto antisemita contra el cantante Matysiahu en el Festival de Rototom (Valencia).
Quinto día de Januca en Israel y en el mundo judío. Hoy, una potente luz de justicia se ha encendido desde Chile para acallar a los tormentosos de Valdivia.
Soy chilena y mi familia materna es de esa zona del sur de Chile; Valdivia es una ciudad hermosa, con una fuerte influencia alemana, muchos de los cuales llegaron a colonizar a fines del s. XIX, pero lamentablemente también llegaron muchos alemanes nazis arrancando como ratas tras la II Guerra, ¿habrá alguna conexión?