Abejas recogiendo néctar de flores de fresa. Foto de Shutterstock.com.
Alrededor del 75% de los cultivos del mundo dependen de la polinización animal, y las abejas melíferas son, con diferencia, los principales polinizadores agrícolas. Pero las poblaciones de abejas se han desplomado durante los últimos 15 años en un fenómeno conocido como trastorno del colapso de colonias. Según National Geographic , algunas regiones han visto pérdidas de hasta el 90 %.
En los Estados Unidos, la población de abejas administradas disminuyó en un 40.7% entre el 1 de abril de 2018 y el 1 de abril de 2019, según la Asociación Informada de Abejas asociada con la Universidad de Maryland.
«La caída drástica en el número de abejas es un problema mundial y ya es un problema real que enfrentan los agricultores», dice Eylam Ran, CEO y cofundador de Edete Precision Technologies for Agriculture .
«No son solo las abejas: los insectos están desapareciendo en todo el mundo, solo con las abejas es más crítico porque los usamos en la agricultura».
La polinización: la transferencia de polen de la antera, o parte masculina de la flor, a la parte femenina donde germina permitiendo que ocurra la fertilización, es crucial para producir semillas, frutas y verduras.
Edete ha desarrollado una tecnología que, según dice, puede reemplazar a los polinizadores de la naturaleza como las abejas y, de hecho, ayudar a producir más alimentos. Su servicio de polinización artificial en dos etapas refleja la acción de las abejas, es decir, recolectar y distribuir polen.
El sistema separa el polen viable de las flores cosechadas mecánicamente y lo almacena durante más de un año, lo que supera el problema de la desincronización de las floraciones de diferentes cultivos.
Durante la floración, el polen almacenado se carga en un polinizador artificial, que dispersa el polen seco en los árboles mediante la detección LIDAR y utiliza la deposición electrostática para llevar el polen a los árboles objetivo y flores individuales.
Otra ventaja: los polinizadores mecánicos de Edete pueden funcionar de día o de noche y a bajas temperaturas, mientras que las abejas melíferas solo pueden trabajar a la luz del día, en condiciones climáticas óptimas de más de 15 grados centígrados, sin lluvia.
Prueba de grandes productores de almendras
Después de las pruebas de campo en huertos de almendros israelíes que registraron rendimientos sustancialmente mayores, Edete probó recientemente su tecnología en Australia y demostró su capacidad para producir polen viable de alta calidad.
Ahora se planea comenzar un programa piloto a gran escala en 2022 en California, la región de cultivo de almendras más grande del mundo.
«Esto no es solo una prueba, es un desafío difícil y uno que puede pagar en dos temporadas», dice Ran.
El mercado mundial de almendras se estima en más de $ 7 mil millones anuales. Alrededor del 80% se encuentra en los Estados Unidos, principalmente en California. Los costos están aumentando, y los productores ya gastan más de $ 400 millones por temporada en servicios de polinización de colmenas.
«Nos dirigiremos a productores de primer nivel en California», dice Ran. «Inicialmente estamos enfocando nuestros esfuerzos en las almendras, pero nuestra tecnología que cambia el juego también tiene un enorme potencial para una amplia gama de otros cultivos».
Ran explica que los métodos de cultivo modernos han resultado en abejas “criadas en ambientes de monocultivo para servir grandes extensiones de plantaciones de un solo cultivo, como algodón o almendras. Una cosecha es todo lo que las abejas ven en sus vidas. Esto afecta su ADN y también es un problema grave en términos de nutrición de las abejas. Significa menos diversidad. Tenemos que abordar este problema «.
Los polinizadores naturales están disminuyendo en número y diversidad en todo el mundo, con un 75% menos de insectos voladores en comparación con hace 25 años, y un 30% de las especies de insectos en peligro de extinción. Sin una solución alternativa de polinización para reducir la dependencia de las abejas en los próximos años, los precios de los alimentos podrían subir drásticamente a medida que la oferta lucha por satisfacer la creciente demanda.
$ 4.8 millones recaudados
Establecida en 2016 y con sede en la ciudad rural de Bosmat Tivon en Galilea, la compañía cuenta con 10 empleados cuidadosamente seleccionados.
«No es una startup joven y moderna de Tel Aviv: todos somos personas adultas y con experiencia que pueden asumir una tarea sin que se les diga qué hacer», le dice Ran a ISRAEL21c. “Hay dos equipos: I + D botánico y los ingenieros mecánicos que crean las máquinas. Hemos hecho un progreso sorprendente en tres años «.
El modelo de negocios de Edete se basa en el suministro de servicios de polinización, como la contratación actual de colmenas, que solo se espera que den como resultado un aumento del 10% -20% en los rendimientos y mucha menos volatilidad de una temporada de cultivo a la siguiente.
Edete ya ha recaudado alrededor de $ 4.8 millones en fondos pre-semilla y semilla, incluyendo $ 1 millón de la Autoridad de Innovación de Israel. La compañía planea una ronda de la Serie A durante 2020, para respaldar sus planes de crecimiento y su entrada en el mercado estadounidense.
«Una vez que hayamos resuelto el problema de las almendras», dice Ran, la compañía centrará su atención en las cerezas, peras, manzanas, arándanos y ciruelas. Edete también recibió solicitudes de productores de cannabis y tomates.
«Los cultivos como los girasoles, las semillas de colza, el algodón y la alfalfa serían más fáciles de resolver, pero no pagarían lo suficiente para cubrir el esfuerzo inicial, a diferencia de las almendras», dice.
Ori Inbar, presidente de Edete, cofundador y uno de los inversores en semillas, cree que «la transformación que Edete espera lograr en el mundo de la polinización de plantas será no menos revolucionaria que la inseminación artificial que utiliza el semen congelado para la producción lechera».
Por ahora, Edete no tiene competidores directos. «Una vez que tengamos éxito en esta enorme tarea, monopolizaremos el mercado, pero no podremos cubrir todo el mundo para que aparezcan otros», pronostica Ran. «Otras compañías están utilizando maquinaria existente y están tratando de ser oportunistas, pero estamos hablando de ingeniería complicada y este desafío exige un esfuerzo enfocado».
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
https://www.israel21c.org/how-do-we-feed-the-world-after-all-the-bees-have-gone/
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