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| viernes abril 19, 2024

La historia contada del lado de los salvados. Dinah Spitalnik sobre la saga de los Konforti-Cohen

"Esto lo hice por mí. Y por todos los míos que ya no están".


Dina y Leke

Hemos publicado la entrevista con Leke Rezniqi, (https://porisrael.org/2020/01/01/leke-rezniqui-bisnieto-de-salvadores-de-judios-en-la-shoa-llega-a-montevideo-a-reunirse-con-una-de-las-familias-salvadas-por-sus-mayores/)bisnieto de Arslan Mustafa Rezniqi, el primer albano kosovar musulmán reconocido por Yad Vashem como “Justo entre las Naciones” por haber salvado judíos durante la Shoá. Este jueves enciende la quinta vela de Janucá en la NCI en memoria de todos los otros gentiles que actuaron con valentía como su bisabuelo.

Y aquí, reproducimos un resumen de la entrevista que publicamos ya tiempo atrás en el “Semanario Hebreo” impreso, con la otra cara de esta impresionante historia: Dina Spitalnik, cuyos abuelos y su propia madre, de niña, fueron salvados por el bisabuelo de Leke y por otra familia musulmana. Hoy es un momento apropiado para volver a publicarla.

Es una historia en la que los protagonistas centrales, los más cercanos a  Dinah, que nos la cuenta- su propia madre y sus abuelos- sobrevivieron y siguieron adelante.

En el proceso, pasaron hambre, penurias y miedo de morir.

También ellos, aunque pudieron luego celebrar la vida, tuvieron que combinarla con el recuerdo de sus seres queridos que nunca volvieron y fueron asesinados en Treblinka.

Sobre ésto y el por qué de la reconstrucción, es esta entrevista, en la que se amplía el marco en referencia a las dos familias musulmanas de los salvadores, Rezniqi y Rulli. Sobre eso es el libro de Dinah Spitalnik “Escape de los Balcanes. La valiente saga de la familia Konforti durante el Holocausto” que se publicó hace ya unos años, y que su autora recalcó que no es una obra de ficción sino una narración de hechos verdaderos escritos en forma novelada.

 

P: Dinah, todo lo relacionado a la Segunda Guerra Mundial , al Holocausto perpetrado por los nazis, queda en nuestra mente y sentimiento asociado a la muerte y la destrucción. Pero la historia de tu familia, que por cierto fue de la mano del temor a la muerte y del riesgo permanente en aquellos años de la guerra, terminó siendo una historia de salvación. ¿Eso significa que en tu casa se habló siempre más de alivio y vida que de miedo y horror?

R: Se dice que en la familia de todos los sobrevivientes , un niño se elige inconscientemente para  ser una » vela conmemorativa » ,para llevar a cabo el duelo y dedicar su vida a la memoria de la Shoa . Ese niño participa en el mundo emocional de los padres , asume la carga , y se convierte en el vínculo entre el pasado y el futuro . Eso no pasó en mi familia.
Las referencias a la guerra nunca eran sobre los hechos terribles vividos, sino más bien a las privaciones que enfrentaban por estar constantemente escondidos.
 
P: Otra forma de sufrir, aunque el final haya sido feliz…

R: Por supuesto. De hecho, la primera vez que supe con mayor cantidad de detalles qué les había pasado, fue cuando en los 90, acompañé a mi madre y abuela a declarar en la Embajada de Israel, para Yad Vashem, y dieron los detalles de cómo una de las familias musulmanas albanesas, los había ayudado a sobrevivir. Esa declaración fue en ese entonces la que otorgó el reconocimiento de Justos de las Naciones a la familia Rulli, y de esa manera, permitió a sus descendientes salir de Albania y radicarse en Austria, donde residen hasta hoy.
Su historia de cómo escondieron y ayudaron a una familia judía, está narrada en la novela  Noble Silent, escrita por su nuera, hace un par de años.
P: Qué fuerte ese título..Y recordemos, que tú viajaste a los Balcanes y justamente te encontraste con los descendientes de los salvadores. Y estamos hablando de dos familias musulmanas.

R: Exacto. Hubo dos familias musulmanas que ayudaron a la mía. Aquí te cuento Ana, algo increíble. Durante nuestro viaje  a Kosovo,  íbamos en el auto a Pritzen, camino a Sarajevo, con Leke Rezniqi – descendiente de la otra familia musulmana que ayudó a mi familia al principio de la guerra en Decjan-Kosovo. Entre otras cosas, Leke-que es secretario de la Asociación de amigos Kosovo-Israel- nos cuenta  que hay una Asociación de Amigos  Albania-Israel y que de allí lo invitaron al lanzamiento en Tirana, la capital albana, de una novela. Y aquí vienen dos piezas increíbles en la historia. La primera, es que él mismo, al mirar unas fotos exhibidas en ese evento, reconoció a mi abuelo Salomon Konforti, cuya familia había ayudado a salvar.
Y lo segundo es lo que entendí mientras él hacía el relato: que la novela a cuya presentación lo habían invitado, era de la otra familia musulmana que había ayudado a mis abuelos, los mismos abuelos por cierto a los que su familia, la de Leke, había ayudado también. . Entonces  lo interrumpo y le digo: «¡ entonces estás hablando de los Rulli»! Y queda sorprendido que yo los conociera.
 
P: Increíble…muy fuerte.

Dinah Spitalnik y Daniel Fraenkel junto a Leke Rezniqi (a la derecha) y su familia, en Kosovo
Dinah Spitalnik y Daniel Fraenkel junto a Leke Rezniqi (a la derecha) y su familia, en Kosovo

R: Esa noche, era cuando la familia Rezniqi nos recibiría a cenar en su casa. Y Leke, se aparece todo feliz, con un libro en mano, diciendo que acababa de hablar con Azis Rulli en Viena, y que Azis le pidió que me entregara su ejemplar del libro. En ese momento , miro el libro y  mi cara se transformó al ver en la tapa del mismo, la foto de mi abuela Duduna, con mamá de la mano, Shpresa Rulli y una prima caminando por Tirana.  Te podés imaginar la cara de sorpresa de todos en la sala, cuando digo que esas eran mamá y la nonna.! Estas son las situaciones con las que nos fuimos deparando, entre otras tantas, en este increíble viaje a Macedonia.

P: Me hiciste erizar la piel…muy emotivo. Esta historia es la de la salvación de tu mamá, que tenés contigo afortunadamente, hasta los 120, y sus padres, o sea tus abuelos maternos. Estamos hablando de la familia Konforti Cohen. Contemos un poco de ellos, en resumen.

R: Ellos eran comerciantes de Skopje (ex Yugoslavia), tenían una tienda en el barrio Judío, en la  que comercializaban cereales, aceites, telas, tabaco y otros menesteres que compraban en sus viajes en la región y al fondo, tenían un pequeño cambio de monedas, de oro, etc.

P: ¿Cómo era la vida de esta familia hasta que llegó el nazismo?

R: Tenían un buen pasar. Eran buenos mercaderes. Mi  tía abuela  Ester, era modista, al estilo de París. Un contexto de la época, se puede apreciar en una película galardonada sobre el equipo de fútbol de Macedonia de esa época, que se llama The Third Half.

Ese buen pasar, también se dio porque eran personas con visión y buscaron expandir sus negocios hacia otros pueblos de la región, y ahí es como se relacionan con Arslan Mustafá , musulmán, su socio comercial en la región de Kosovo,  bisabuelo de Leke Rezniqi,  y con quien cuando perciben el riesgo inminente de quedarse en Skopje, acuerdan construir con fondos personales de mi familia,  una casa en los fondos de su predio de Decjan, sobre los establos, para instalarse. Decidieron que primero irían las mujeres y niñas(mis tías abuelas y primas). Allí empezó el gran cambio en su  situación, ya que pasaron a estar todos los Konforti y los Cohen en una misma casa, mientras que en Skopje cada uno vivía en la suya propia.

 

LA NECESIDAD DE PRESERVAR LA HISTORIA FAMILIAR

P: ¿Cómo viviste tú de niña todo esto, o ya de jovencita? Es que el salir a reconstruir las huellas de esa marcha, se me ocurre que no es algo que pasa de la noche a la mañana.

R: La realidad es que uno de joven está tan en otros temas, que no se toma el tiempo necesario para indagar y documentar. El tiempo pasó, mis abuelos nunca hablaron en detalle del tema, nunca nos llevaron a Skopje a pesar de ellos vivieron muchísimos años durante el invierno en Atenas y nosotros los visitábamos allí, y estábamos a muy corta distancia de allí. Nunca compartieron la parte amarga que significó esa etapa de su vida. Mi abuelo nunca habló de su madre – quién fue deportada y no regresó, como la mayoría de los judíos de Macedonia,  deportados a Treblinka.

Vida Bivas de Konfori, bisabuela de Dinah,deportada a Treblinka
Vida Bivas de Konfori, bisabuela de Dinah,deportada a Treblinka

 

Pero después que nació mi nieta, que  tiene la misma edad de mi sobrina más chica, me  di cuenta de que hay en la familia niños que ya muy alejados de lo que ocurrió,y que son bisnietos de los sobrevivientes. Decidí que no podía dilatar más el hacerme cargo de preservar la memoria, de contar quiénes fuimos, de dónde venimos y quiénes somos. En ese entonces todavía vivía mi tía abuela Gracia Mizrahi de Conforti, quién entró a la familia cuando tenía 18 años. Me decidí,  organizamos una reunión familiar, contratamos un camarógrafo  y junto con mamá grabamos casi cuatro  horas editadas de mucha, pero mucha historia de la familia, con una riqueza de detalles, que luego fueron muy útiles por cierto para el guión del libro «Escape de los Balcanes».

 

REENCUENTROS

P: Creo que lo ineludible es comenzar por el encuentro con las familias musulmanas cuyos abuelos fueron los que escondiendo a los tuyos, salvaron a tu familia. Ya mencionaste a la familia Rulli de Albania y a los bisabuelos de Lele Rezniqi de Kosovo. Conozcámoslos mejor. ¿De quiénes estamos hablando?

R: Fueron en efecto dos  instancias distintas, la primera con la familia de Arslan Mustafá, sus descendientes los Rezniqi nos reunimos en Kosovo. Arslan, era socio comercial de mi bisabuelo David Cohen y del abuelo Salomon Konforti. En su casa de Decjan, un pueblo a dos horas de Prishtina, es que se refugiaron los Konforti-Cohen al entender que el riesgo en Skopje era inminente. Allí mi madre y los suyos vivían libremente y a la vista, ya que en esa zona estaba el ejército italiano, con quienes tenían una excelente relación. Es más, los generales italianos fueron quienes los alertaron, para que se escaparan hacia Albania, ya que no podrían protegerlos de quedarse en Decjan.

Mordejai Konforti, bisabuelo de Dinah
Mordejai Konforti, bisabuelo de Dinah

 

En el 2011, recibí un email en cuyo asunto decía «Konforti-Koen-Nathan». Como venía enviado de una url de Kosovo, de no ser por la combinación de apellidos, -que solo alguien con información familiar podía tener-, hubiera sido eliminado como sospecha de spam.

Pero era el primer contacto de Leke Rezniqi, bisnieto del socio de mis abuelos, quien buscaba contactarse con descendientes de esas familias. Hasta ese entonces él no sabía mi relación con los Konforti, ya que uso mi apellido paterno en general. Cuando le contesto, diciéndole que soy la hija de Ivetta Konforti, – te lo cuento y se me eriza una vez más la piel – fue como  una explosión de emociones para él. Enseguida llamó a mi madre por teléfono, le decía tía Ivetta, y en eso nos convertimos, en miembros de una familia extendida.

P: Impresionante.

R: Intercambiamos muchos emails, muchos chats, muchas fechas de celebraciones y en nuestras mentes empezamos a imaginar cómo sería, lo que él mismo bautizó como #historicalreunión.

La segunda instancia se da en Albania. Allí mi abuela Duduna, ayudaba a una pareja joven que vivía cruzando la calle con los cuidados de su bebé, ya que ellos eran padres primerizos. Se hicieron muy pero muy amigos. Eran Shpresa y  Metin Rulli.

Ellos y la familia de Shpresa fueron quienes escondieron a mi familia, y en esta instancia siempre con riesgo de vida – suya y de los musulmanes que los ocultaban, los detalles de esta etapa son muy intensos – hasta lograr sacarlos a través de los Balcanes literalmente a lomo de burro.

 

EL VIAJE A LAS RAÍCES, Y LA VIDA.

P: ¿Hubo un antes y un después de ese viaje, de esa reconstrucción de la historia?

R: Absolutamente. Toda hijo/nieto de sobreviviente, debería ir y ver in situ de dónde se fugaron. Todos debemos ir en búsqueda del héroe silencioso que era cada uno de nuestros abuelos. Su silencio revela, como surge de mi investigación, la parte no heroica de la guerra, suciedad, frío, hambre y la omnipotente presencia del riesgo de muerte. Muchos de los dichos y costumbres con los que crecí, los volví a encontrar durante nuestro viaje. Tampoco quiero que el libro solo sea de la guerra, quiero atrapar sus vidas en esa etapa de juventud.

También entendí que poco o nada se sabe del holocausto de judíos sefaradíes, en este caso de Macedonia.

Me parece que casi todo lo que se enseña es sobre el destino de los Judíos de Europa del Este.

Por esta razón me sentí comprometida con la misión de darlo a conocer, de recordar que  Sí hubo Holocausto en Macedonia, SÍ se llevaron a Treblinka ayudados por los búlgaros a miles de yugoslavos (se habla de 66000 aprox), ciudades enteras.

Hace unos años, el sobrino de mi tía Gracia, Viktor Mizrahi junto con su esposa Ljiliana, y la comunidad local, lograron ganarle al Estado de Macedonia, un juicio, donde le reclamaban la restitución de los bienes de los judíos deportados. Skopje fue destruida por un terremoto, y por ser complejo de cuantificar, acordaron una cifra muy importante para el Fondo del Holocausto de los Judíos de Macedonia, con la condición que en la tierra donde estuvo el barrio judío, se construyera el Museo Recordatorio . Y así fue realizado. Hoy en Skopje, existe un Museo del Holocausto, donde hay hasta uno de los vagones búlgaros que supone habría  transportado a los judíos a Treblinka.

Los derechos de autor de la novela «Escape de los Balcanes» en idioma serbio, serán cedidos a este fondo, para ayudar a preservar la memoria.

P: ¿Qué significó para tu mamá este viaje que realizaste?

R: Al volver y entregarle las piedras que traje de las ruinas de la casa de Decjan, destruida a fines de los 90 – durante la guerra en Kosovo, claramente se emocionó, como podrán apreciar en la foto.

P: ¿Era una vuelta al pasado pero también una «inversión» a futuro? O sea…tenés una hija, una nieta,sobrinas –  una nueva generación que afortunadamente no conoció aquel horror pero que es bueno que conozca lo que sucedió. ¿Este viaje fue también para ellas?

R: Este viaje no fue  solamente para ellas y por ellas. Es por mí. Es por todos los míos que ya no están, y a quienes recuerdo a diario, a través de las anécdotas, dichos en ladino y de la comida sefaradí típica de los Balcanes. En el libro, están incorporadas, una manera de que las nuevas generaciones, puedan enamorarse de los sabores de la tradición y principalmente mantenerlas.

Las pizcas y puñaditos están hoy pasadas a gramos y cucharadas. Siempre en las fiestas mi casa huele como la de la Nonna.

P: Que esos sean siempre los resúmenes. Gracias Dinah.

R: A vos Ana.

 

http://www.semanariohebreojai.com/articulo/1973

 
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