Un caldero de bronce hallado en Laquis (Foto: T. Rogovski)
Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén descubrieron las ruinas de un templo cananeo de miles de años de antigüedad, incluyendo columnas, vasijas y artefactos de oro, a apenas 50 kilómetros de Tel Aviv.
La ciudad donde se encontraba el templo, conocida como Laquis, fue construida alrededor del 1800 antes de la era cristiana y luego destruida por los egipcios alrededor del 1550.
Fue reconstruida y destruida dos veces más, sucumbiendo para siempre alrededor de 1150 antes de la era cristiana.
Laquis se menciona tanto en la Biblia como en varias fuentes egipcias y fue una de las pocas ciudades cananeas que sobrevivió hasta el siglo XII antes de Cristo.
Según la Biblia, los antiguos israelitas capturaron y destruyeron Laquis por unirse a la liga contra los gabaonitas (Josué 10: 31-33). El territorio fue luego asignado a la tribu de Judá (15:39) y se convirtió en parte del Reino de Israel.
«Esta excavación ha sido impresionante», dijo el profesor Yosef Garfinkel, del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien encabezó el equipo de investigadores junto a su colega Michael Hasel de la Southern Adventist University, del estado norteamericano de Tennessee.
«Solo una vez cada 30 o 40 años tenemos la oportunidad de excavar un templo cananeo en Israel -continuó Garfinkel-. Lo que encontramos arroja nueva luz sobre la vida antigua en la región, sería difícil exagerar la importancia de estos hallazgos».
El sitio arqueológico, que se encuentra dentro de un parque nacional israelí, se ubica cerca de la ciudad de Kiryat Gat, unos 50 kilómetros al sur de Tel Aviv y unos 70 kilómetros al oeste de Jerusalén.
La Universidad Hebrea indicó que Laquis fue una de las ciudades cananeas más importantes de la Tierra de Israel durante la edad media y tardía del Bronce, y que su gente controlaba grandes partes de las tierras bajas de Judea.
El diseño del templo cananeo, explicaron, es similar a otros ubicados en el norte de Israel, entre ellos los que se encuentran en Meggido y Hazor.
Los arqueólogos descubrieron un frente del complejo marcado por dos columnas y dos torres que conducen a un gran salón.
También hallaron un santuario interior con cuatro columnas de soporte y varias piedras sin tallar que pueden haber servido como representaciones de los dioses del templo, señalaron los expertos.
El templo de Laquis -revelaron- tiene una forma más cuadrada y tiene varias habitaciones laterales, típicas de templos posteriores, incluido el Templo de Salomón.
Además de las ruinas arqueológicas, el equipo desenterró un tesoro de artefactos que incluyen calderos de bronce, joyas inspiradas en la diosa egipcia Hathor, dagas y cabezas de hacha adornadas con imágenes de pájaros, escarabajos y una botella chapada en oro con el nombre Ramses II, uno de los faraones más poderosos de la historia.
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