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| jueves mayo 2, 2024

Los secretos que reveló el «espía de alto nivel» que fue ejecutado por el régimen iraní

Zaki Akbari reveló la existencia de la planta de enriquecimiento iraní de Fordo y proporcionó información crucial a Occidente durante años, según informa el New York Times en una investigación especial. El ex alto cargo de Defensa, conocido por su fanatismo religioso y su línea dura política, se convirtió en un "topo británico" y fue detenido por la seguridad iraní después de que la inteligencia rusa lo desenmascarara.


En 2008, un funcionario de los servicios de inteligencia británicos aterrizó en Tel Aviv para reunirse con sus homólogos israelíes y les dijo que Gran Bretaña había logrado introducir a un «topo» en el programa nuclear iraní.
Tras su ejecución por Irán a principios de este año, luego de ser condenado por espionaje, Alireza Akbari, ex viceministro de Defensa iraní, fue identificado como el agente espía contratado por Gran Bretaña.

Instalación nuclear iraní en Fordo, Alireza Akbari.

Instalación nuclear iraní en Fordo, Alireza Akbari.
(EPA)
Según un informe de investigación del New York Times publicado este lunes, la información de Akbari fue de las más importante, ya que filtró la instalación subterránea de enriquecimiento de uranio de la República Islámica en Fordo.
Según el diario, para su informe se entrevistó a diplomáticos en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania e Israel, así como a diplomáticos en Teherán.
Durante años, el ex funcionario de Defensa, que había sido comandante condecorado de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria, vivió una doble vida, presentándose en público como un extremista religioso y un político de línea dura, incluso después de trasladarse al Reino Unido para iniciar sus negocios privados. Pero, según las fuentes, a partir de 2004 y cuando aún estaba en Irán, empezó a compartir secretos nucleares de su país con el MI6.
Funcionarios de los servicios de inteligencia europeos describieron la información que presentó a sus superiores británicos a lo largo de los años como importante y, en última instancia, considerada crítica.
En sus informes Akbari mostraba pruebas claras de las intenciones de Irán de obtener capacidad nuclear y basándose en esa información, los líderes mundiales decidieron imponer sanciones estrictas a Teherán.

El edificio del MI6 en Londres.

El edificio del MI6 en Londres.
(Shutterstock)
«Nos sorprendió la información sobre Fordo», comentó en una entrevista en 2019 Yoni Koren, un alto funcionario que sirvió bajo el mando del entonces ministro de Defensa Ehud Barak, que ya había fallecido.
«La gran contribución de Gran Bretaña a los esfuerzos combinados para obtener conocimiento del programa nuclear de Irán fue en la inteligencia humana que recibieron», sostuvo.
En 2009, el entonces presidente Barak Obama reveló el verdadero propósito de la planta de Fordo.
Las agencias de inteligencia occidentales habían observado previamente imágenes de satélite que mostraban una construcción subterránea, pero supusieron que se trataba de una instalación de almacenamiento y desconocían que se había convertido en un emplazamiento nuclear secreto.
Akbari, que tenía ciudadanía británica, viajaba a menudo entre Londres e Irán y en 2019 fue detenido por los servicios de seguridad iraníes después de que descubrieran, con la ayuda de agentes de inteligencia rusos, su papel en la revelación de la existencia de una instalación nuclear en las montañas de las afueras de la capital, según el periódico citando a dos fuentes vinculadas al IRGC.

Mohsen Fakhrizadeh.

Mohsen Fakhrizadeh.
(AP)
También se le acusó de revelar la identidad y las actividades de más de 100 funcionarios, entre ellos Mohsen Fakhrizadeh, jefe científico nuclear iraní asesinado en 2020 en un atentado atribuido a Israel.
El hermano de Akbari, que negó las acusaciones de que hubiera vendido a su país por dinero, a pesar de las confesiones ante las cámaras de su hermano, dijo que en 2008, Akbari fue detenido como sospechoso de espiar para Gran Bretaña y estuvo retenido cuatro meses, antes de que amigos de alto rango testificaran a su favor y se cerrara el caso contra él. Ese mismo año se retiró de sus cargos oficiales.
El pasado enero, Akbari se convirtió en el funcionario iraní de mayor rango ejecutado desde 1982.
 
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