Como fondo: la observación de los derechos humanos.

En respuesta a la negativa del gobierno israelí  denegatoria de una visa de trabajo para su nuevo empleado, la Human Rights Watch, está empujando una imagen de autosuficiencia como un jugador profesional y apolítico en el conflicto árabe-israelí. En contraste, la evidencia muestra claramente que ambos, el individuo en cuestión y la organización están profundamente implicados en el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones y otras formas de armas de guerra políticas contra Israel, hizo notar Instituto de Investigación NGO Monitor,  sito en Jerusalén.

‘’Por dos décadas, la Human Rights Watch fue una de las más evidentes y agresivas organizaciones anti-Israel en el mundo’’, dijo el Profesor Gerald Steinberg presidente de la NGO Monitor. ’’Sus defensores tienen que preguntarse por qué contratan a activistas  pro-movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones para sus zonas de desarrollo claves para la investigación de Israel, mientras hacen acuerdos no oficiales para aislar a Israel bajo premisas falsas.

En octubre de 2016, la Human Rights Watch contrató a Omar Shakir, a quien le fue denegada una visa de trabajo por el gobierno israelí para servir como ‘’Director en los territorios de Israel y Palestina’’. Shakir es un partidario consistente de la ‘’solución de un estado’’ y es un estridente defensor  de las tácticas del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones.

La más reciente campaña del Human Rights Watch, cuyo objetivo es Israel, incluye el esfuerzo palestino de castigar a Israel ante la FIFA (el organismo rector del futbol mundial) y promocionar una lista negra en las Naciones Unidas  de compañías que hacen negocios con Israel.

En 2009, el fundador del Human Rights Watch, Robert Bernstein, publicó un artículo en el New York Times  (‘’El perro guardián de los derechos humanos perdido en el Medio Oriente’’ en octubre 19, 2009) donde critica a la organización por ignorar las severas violaciones de los derechos humanos en sociedades cerradas, por su corte anti israelí y por ‘’emitir  reportes que están ayudando a aquellos que piensan transformar a Israel en un estado paria’’.

Esto fue incitado por, entre otras cosas, la contratación de un investigador que era también un coleccionista obsesivo de recuerdos del régimen Nazi; usando sus ataques  contra Israel y el espectro de los ‘’grupos de presión pro Israel financiados y desarrollados en Arabia Saudita y en acuerdos no oficiales para el desacreditado ‘’Reporte Goldstein’’ de la guerra de Gaza de 2008/9.

‘’El único aspecto ‘’shockeante’’ de este incidente es que el Human Rights Warch a pesar de su repetida exposición, continua sus prácticas no profesionales y obsesivas’’ continuo diciendo Steinberg.’’Si Human Rights Watch y sus sostenedores desean ser tomados en serio, ellos necesitan empezar a actuar de una manera consistente con los principios de los derechos humanos universales, incluyendo los que a Israel respecta’’