Mahmoud Abbas.
Comencemos con una aclaración: esta nota es no sólo información, sino también opinión.
El periódico oficial de la Autoridad Palestina, Al-Hayat Al-Jadida , informó el viernes 26 de julio que “una boda grupal de 90 palestinas y novios sirios se llevó a cabo en Damasco, capital de Siria, bajo los auspicios del Presidente Mahmud Abbas”. La boda en cuestión fue el día antes del reporte, el jueves 25 de julio. “El Director del Departamento Político de la OLP en Siria Anwar Abd Al-Hadi… señaló que el subsidio presidencial fue entregado a los novios a fin de ayudarles a comenzar su nueva vida, agregando que ello constituye un mensaje al mundo entero, que la OLP apoya a nuestro pueblo dondequiera que esté”.
La información al respecto fue revelada por la organización Palestinian Media Watch que sigue desde hace años lo que se publica en los medios palestinos.
En realidad, tal como comenta el PMW, es bastante extraño que el Presidente Abbas considere que esa es la mejor forma de velar por los palestinos, muy especialmente los que se hallan en Siria, de los cuales aproximadamente 4.000 han muerto, en su mayoría a manos de tropas del régimen de Assad.
También cabe sorprenderse ante este orden de prioridades, cuando la AP sostiene que se halla en una profunda crisis económica-por la que culpa a Israel- que ha sido motivo de recorte de la mitad de sueldo a todos sus funcionarios.
Fue por esa situación de violencia que años atrás, el Primer Ministro israelí Biniamin Netanyahu ofreció a través del entonces Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon, que palestinos de Siria reciban la posibilidad de pasaje humanitario a través de territorio israelí, para instalarse en la zona bajo control de la Autoridad Palestina en Cisjordania. Dado que se trata de quienes son considerados por la ONU como refugiados, Israel puso una única condición: que renuncien a su status de refugiados y a su exigencia de retorno a lo que es hoy Israel.
Cabe recordar el trasfondo: la posición oficial de la Autoridad Palestina es que debe concretarse lo que en árabe se llama “haq el-Awda”, o sea “derecho de retorno” de los refugiados y sus descendientes al territorio en el que originalmente vivían sus mayores, cuando la guerra de independencia iniciada por el ataque árabe contra el entonces naciente Estado judío.
Lo que Israel ofreció fue un gesto humanitario de buena voluntad, pero la reacción negativa de la Autoridad Palestina resultó ilustrativa.
El portavoz del Presidente Abbas, Nabil Abu Rudeina, declaró: “El Presidente Abbas pidió al Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon que Israel permita a los palestinos de Siria, víctimas de la violencia que hay allí, entrar el Estado ocupado de Palestina. Israel aceptó pero puso una condición imposible: que todo aquel que entre los territorios del Estado ocupado de Palestina renuncie a su derecho al retorno, a lo cual el Presidente Mahmud Abbas se opone categóricamente”. Así lo informó el órgano oficial de la AP Al Hayat Al-Jadida el 22 de enero del 2013, según transcribió PMW.
Resulta ineludible comentar ante todo el atrevimiento de Abu Rudeina al referirse a Israel como “el Estado ocupado de Palestina”. Como nos cuesta decidir cuáles son las palabras más fuertes de repudio que merece esa declaración, optamos por elegir una sencilla: mentiroso y distorsionador de la historia. Abu Rudeina sabe que jamás existió un Estado de Palestina. ¿Pero qué importa la verdad histórica cuando se la puede manipular para difundir odio y una agenda que no apunta a solucionar conflictos sino a perpetuarlos?
Los 4.000 palestinos muertos en su mayoría por las tropas de Assad, no son impedimento para la Autoridad Palestina en sus intentos de reacercarse al régimen sirio, a pesar de todos los palestinos que mató. La boda financiada por la AP es un dato de color, una mera señal.
La OLP envió recientemente una delegación de alto nivel a Damasco, que tras reunirse con representantes del régimen destacó “la profundidad de las relaciones palestino-sirios y la cooperación constante entre ambos liderazgos”.
Son varias las declaraciones oficiales, tanto de la OLP como de la Cancillería siria, sobre el “frente común” que “vela por los intereses palestinos” y lidia “con el agresor, Israel”. Vergüenza ajena da leerlas. No las compartiremos todas aquí.
Pero es oportuno recordar alguna perla especialmente compleja del cinismo político palestino. Cuando Estados Unidos, Reino Unido y Francia lanzaron misiles a tres instalaciones de armas químicas en Siria el 14 de abril del 2018 en respuesta al ataque químico de Assad sobre civiles sirios llevado a cabo una semana antes, el grupo Al Fatah encabezado por Abbas declaró: “El ataque militar tripartito sobre el territorio de la República Árabe de Siria constituye un uso ilegal de la fuerza militar, dado que se llevó a cabo sin un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. Fatah se mantiene firme junto a los hermanos miembros del pueblo sirio en sus momentos de pesar , y se adhiere absolutamente al mantenimiento de la unidad e integridad territorial de Siria”. Así lo informó, nuevamente, Al Hayat Al-Jadida, el 15 de abril del 2018.
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