El ataque contra Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds y tal vez el segundo hombre más poderoso de Irán después del líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, es un duro golpe para la República Islámica de Irán. Su muerte probablemente resultará en una devastadora cadena de sospechas e inseguridades en los nodos de poder de Irán. A primera vista, uno podría pensar lo contrario. La República Islámica y sus representantes en Irak y Líbano han sido, en los últimos dos ...