Cientos de africanos y asiáticos armados con cuchillos y barras de hierro libraron batallas callejeras en la ciudad portuaria de Calais, al norte de Francia, el 1 de febrero, menos de dos semanas después que el presidente francés Emmanuel Macron visitara la zona y prometiera tomar medidas serias contra la inmigración ilegal. Los enfrentamientos han sumido a Calais —símbolo del descontrol de Europa de la migración masiva— en una zona de guerra y ha reforzado la percepción que las autoridades francesas ...