Figura tomada de publicaciones de la época en Europa Fue extremadamente difícil para historiadores, políticos y gobernantes, mantener ocultos los hechos de la masacre asesina perpetrada en Lisboa a manos de coléricas multitudes católicas enfurecidas y descontroladas hasta el paroxismo, manipuladas por los curas Dominicos quienes a la sazón regenteaban la iglesia Sao Domingos; hechos que solo llegaron a ser de dominio público 400 años después que la sangre manchara los adoquines de la “praza do Rossio” de Lisboa. El 19 de ...