Dicen que el negacionismo es la distorsión ilegítima del registro histórico, de tal manera que ciertos eventos aparezcan de forma más favorable o desfavorable. Para nosotros los judíos, esta definición tiene siempre la forma de la segunda opción, cultivada por nostálgicos de un pasado totalitario que intentan descargarse de las culpas del holocausto. Pero en los tiempos que corren asistimos a una nueva forma de negacionismo (mejor, “nega-sionismo”) que parece una de las etapas del duelo descritas por la psiquiatría, sólo que, en este caso, ...