Esta mañana, mientras escuchaba por radio el famoso Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, célebre maestro ciego que estuvo casado con la soprano Victoria Kamhi, sefaradí nacida en Turquía a quien conoció en París en los primeros años treinta del siglo pasado, recordé que el músico se inspiró-para la citada obra- en las canciones que entonaba Victoria, teñidas de las melodías de la vieja España que los sefaradíes conservan hasta el día de hoy y cuyo encanto se ...