La noche de Tishá B’Av nos sentamos en el suelo y leemos el Libro de las Lamentaciones. Cantamos con una voz melancólica: “Ay, ella se sienta en soledad. La ciudad que estuvo tan llena de gente se ha vuelto como una viuda. Llora amargamente por la noche y sus lágrimas están en sus mejillas”. Lloramos por nuestro Templo que fue destruido. Recordamos a la alguna vez dorada Jerusalem, que ahora se encuentra abandonada en la oscuridad. Las calles de la ciudad ...
Haciendo que Tishá B’Av sea relevante
¿Cómo podemos estar de duelo por algo que no conocemos?