"...ya que el hombre es como el árbol del campo..." (Dvarim; 20-19) Cuenta el Midrash que Dios plantó un árbol para que todos los hombres de la tierra se junten bajo su sombra. Era allí donde la gente debía encontrar su lugar de consuelo, su sabiduría y su seguridad. Las raíces del árbol se extendían y penetraban en la Madre Tierra; sus ramas se alzaban como manos que enviaban plegarias al cielo. Su frutos eran esas cosas buenas que ...