Dori Lustron ¡Si me olvidara de ti! ¡Oh, Jerusalén!... ¡Eterna y siempre hermosa, Capital de hondos recuerdos! ¡Cómo olvidarte! ¡Traspasas la memoria del hombre y llegas a ser su propio corazón! Siete puertas se abren a tu luz, a tu espíritu, A tu amor, a tu plegaria… Siete puertas cargan el peso de cada una de tus letras. Y te rodean… Cuidándote de los odios humanos. ¡OH! ¡JERUSALEN! ¡NO TOLERO OLVIDARTE!... NO ME DISCULPO OLVIDARTE, CIUDAD MIA! Y por ello te invoco… de noche y de día: En la penumbra de mis ...