En estos días, los judíos estamos festejando Janucá, la fiesta de las luces, pues las velas encendidas día a día hasta completar las ocho del candelabro llamado januquía, recuerdan el milagro de la pequeña vasija de aceite que sólo servía para iluminar el Templo durante un día, pero duró los ocho días necesarios para producir la cantidad de aceite apto para la rutina litúrgica. Más allá de ese mágico milagro, está otro más asombroso e importante: el de la libertad ...