Canta el español Joaquín Sabina: “tanto la quería que tardé en aprender a olvidarla 19 días y 500 noches”. Para los judíos, fueron 19 años de ausencias a la orilla amurallada del monte que por dos veces coronó el Templo. Y 6 días con sus noches de fuego y sangre para recuperarla, hace ahora 50 años. A diferencia del cantautor, no pudimos ni quisimos aprender a olvidar a Jerusalén ni siquiera después de dos mil años de dispersión, so pena ...