Su sonrisa no engaña. A Samuel Perea le gusta comer y dar de comer. Llega a los corazones a través del estómago. Con aceite de oliva, pan y exquisito arroz de su tierra, este malagueño de espíritu aventurero intenta conseguir con sus platos lo que John Kerry no puede en la mesa de negociaciones: el acercamiento entre israelíes y palestinos. "Cuando me convertí en chef, quise unir las palabras paz y cocina para buscar un punto de encuentro", nos dice el presidente de "Cocina ...