La manía por aparentar lo que no somos no es sólo un fenómeno individual, sino que actualmente puede aplicarse a las naciones y los intentos de mejorar o cambiar su imagen. Valgan de ejemplos, por una parte Israel, que intenta aparentar una imagen de absoluta normalidad en medio del caos en que vive; por otra España, que se proclama diferente cuando la realidad nos muestra un alto grado de similitud no sólo a lo que hacen los otros países de ...