Sal Emergui Elmundo.es 19/6/2011 Jerusalén-“No dejes que los hechos te estropeen una buena historia”, suelen decir contra todos los periodistas que son, somos, capaces de todo por un reportaje. El siguiente caso tiene desgraciadamente los indicios de confirmar este mandamiento. La historia contada, creída ciegamente y difundida por medio mundo es que hace unas semanas un rabino, Abraham Dov Levin, mandó lapidar a un perro que se había aposentado en un tribunal de la Corte Rabínica en Jerusalén. Fue apedreado porque se le ...