Hace una semana visité Israel y Palestina. Estuve en Medio Oriente interesado no sólo en el hecho que hace 2.000 años discutimos del tema, sino por la inquietud que me generaba cuánto influía cruzar la cordillera y ver que había otra perspectiva en los diarios. Por eso, estar ahí es alucinante. Es la cuna de nuestra cultura. Es entender y conversar, cosa que nos falta bastante de estos lados. El primer punto sobre el debate Israel-Palestina no se puede reducir a un ...