Jackson Diehl Washington Post Uno de los puntos destacables de la Primavera Árabe fue la aparición de la nueva política exterior norteamericana y su sumisión. El gobierno de Obama se obstina en no ser quien conduzca el cambio democrático al no aceptó intervenir, salvo que los franceses y los británicos lo hagan teniendo, en la delantera, a la Liga Árabe. Aún le es difícil decir que, el régimen de Bashar Asad, rígido dictador enemigo de Estados Unidos que utiliza tanques y disparos ...