Se viene diciendo mucho que el viejo muro del antisionismo árabe se está resquebrajando. Yo mismo lo he dicho. Pero la persistente hostilidad hacia Israel podría eclosionar de nuevo. Un breve repaso a la historia de la actitud árabe hacia el Estado judío pone este peligro en perspectiva. Durante cerca de veinte años, 1910-1930, la inquina hacia los sionistas fue una suerte de querella local de escaso interés para el resto del mundo árabe. Fue el muftí de Jerusalén Amín al Huseini, el más tóxico e influyente antisionista de ...