El mes que viene los estadounidenses conmemorarán el vigésimo aniversario de los ataques del 11-S. El trauma está instalado en la memoria de todo el que los vivió. Pero, aunque jamás se olvidará ese día de terror, como acontecimiento que moldea las políticas exterior y de defensa de EEUU se está tornando rápidamente tan irrelevante como el ataque japonés a Pearl Harbor. Los últimos soldados norteamericanos desplegados en Afganistán andan de retirada, y Washington reacciona con indiferencia ante la evidencia de que el ...