Mario Satz El discurso del primer ministro israelí ante las dos cámaras de los Estados Unidos ha sido no solo claro sino clarividente. No se trataba, como piensan los bienintencionados, de revelar lo que se está dispuesto a dar a los palestinos sino de hacerles ver, y también al mundo árabe, que Israel está en su casa para siempre y si uno se acerca a él por las buenas hay todas las de ganar, en tanto que por las malas, por ...